Solicitar diezmos a los colaboradores ya es una causal de destitución para un legislador, al menos, es lo que consta en las Reformas a la Ley que rige en la Asamblea Nacional y que fueron aprobadas por el pleno.
El texto crea una comisión de ética y se eleva de 70 a 91 los votos que se requieren para destituir a un asambleísta.