El investigador ambiental David Lapola, en una entrevista para AFP, advierte al mundo que “la próxima gran pandemia podría tener sello brasileño”. Esto debido a la devastación de la naturaleza por parte del ser humano, que puede generar desequilibrios ecologicos y exportar enfermedades desde el corazón de la selva.
La Amazonía en peligro –
Lapola es un investigador brasileño del Centro de Investigaciones Meteorológicas y Climáticas Aplicadas a la Agricultura de la Unicamp. Él asegura que la amazonía es un “gran recipiente de virus” y el ser humano la está afectando tanto que está poniendo a prueba su suerte.
La mayor selva tropical del mundo aún tiene extensas áreas preservadas, pero cada vez hay más deforestación, más degradación (…). Cuando generas ese desequilibrio ecológico, alteras esas cadenas y en ese momento puede ocurrir el salto del virus (de animales a humanos).
De acuerdo con el investigador, existen estudios que afirman que la transmisión ocurre con más frecuencia en el sur de Asia y en África, donde se encuentran mayoritariamente ciertas familias de murciélagos.
No obstante, la diversidad amazónica podría caracterizar a la región como «el mayor repositorio de coronavirus del mundo».
Tenemos que atender esta crisis de la salud y todos los esfuerzos tienen que ir a eso (…). Pero es preocupante porque tenemos un aumento muy grande ahora, sin estar aún en la estación de deforestación. [expresa Lapola]
Datos y posiciones ante el problema
Las cifras corroboran lo que dice Lapola. Según datos satelitales del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE), en los primeros cuatro meses de 2020 fueron talados 1.202 km2 de selva.
- Esto representa un aumento de 55% en comparación con el mismo período de 2019.
Por su parte, Jair Bolsonaro parece ser exceptico ante estas advertencias. El mandatario enfrentó duras críticas dentro y fuera de Brasil por minimizar el avance de incendios que consumieron extensiones récords de selva.
Está probado que el avance de la deforestación depende de quién nos gobierna. La buena noticia es que los gobiernos son pasajeros. Espero que en una próxima gestión tratemos con más cuidado ese enorme tesoro biológico, tal vez el mayor del planeta. [concluye]
Fuente | AFP/Tele13radio