El juicio político al presidente estadounidense, Donald Trump, bajo los cargos de abuso de poder y obstrucción al Congreso, comenzará probablemente el próximo martes, informó el líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell.
«Comenzaríamos el juicio en sí el próximo martes», afirmó McConnell a los periodistas en el Capitolio, quien agregó que esto ocurrirá si se solucionan cuestiones de procedimiento esta semana.
En primer lugar habría que celebrar el juramento del presidente del Tribunal Supremo, John Roberts, que actuará como jefe del Senado temporal en sustitución del vicepresidente, Mike Pence, durante el juicio político.
Las palabras de McConnell se produjeron poco después de que finalmente la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, anunciase que someterá a votación los nombres de los legisladores que actuarán como fiscales en el juicio político contra Trump y el envío de los cargos al Senado para el inicio del proceso.
«El pueblo estadounidense merece la verdad, y la Constitución exige un juicio. La Cámara procederá ahora con un voto para transmitir los artículos del juicio político (los cargos contra Trump) y nombrar a los fiscales el miércoles, 15 de enero», afirmó Pelosi en un comunicado.
De este modo, se hará efectiva la entrega formal al Senado de los cargos de obstrucción al Congreso y abuso de poder contra el mandatario por presionar a Ucrania para que investigara a su rival político, el exvicepresidente Joe Biden, actual precandidato demócrata a las elecciones del próximo noviembre.
Asimismo, los demócratas de la Cámara Baja nombrarán a los llamados «managers of impeachment» en inglés, que son los miembros de ese hemiciclo que harán de fiscales en el proceso de destitución.
La Cámara de Representantes, controlada por los demócratas, aprobó el pasado 18 de diciembre los cargos contra Trump, con lo que dio luz verde a la celebración de un «impeachment», como se denomina en inglés el juicio político, que tendrá lugar en el Senado, dominado por los republicanos
Pese a la expectación generada y el contexto de aguda división política en EE.UU., el resultado del proceso es previsible por la mayoría republicana en la Cámara Alta.
Trump será el tercer presidente que afrontará un proceso de destitución después de Andrew Johnson en 1868 y Bill Clinton entre 1998 y 1999, ambos absueltos en el Senado.
El caso contra Trump se desencadenó después de una queja de un informante a la Inteligencia del país sobre un llamada telefónica en julio entre el presidente y su homólogo de Ucrania, Volodímir Zelenski, para que el ucraniano lanzara pesquisas contra Biden y su hijo Hunter por presunta corrupción en el país europeo.
Según la oposición demócrata, Trump condicionó la entrega de casi 400 millones de dólares en ayuda a Ucrania y la programación de una reunión en la Casa Blanca con Zelenski a su exigencia de que Kiev anunciara públicamente que planeaba investigar a Biden, algo que el mandatario ha negado. EFE