Una vez que culminó el período de investigaciones, una jueza ordenó el archivo del caso que se seguía en contra de Máximo, un fotógrafo de Quito, por el presunto delito de hostigamiento.
Según la resolución judicial, el caso se archivó debido a que en la etapa de investigación previa no se encontraron «elementos de convicción necesarios sobre el tipo penal denunciado». Es decir, no hay indicios de responsabilidad del presunto sospechoso.
La resolución para el archivo de la causa señala que esto «se torna en un obstáculo que impide que la investigación continúe toda vez que no existe la posibilidad de realizar una imputación de orden personal».
El fotógrafo fue denunciado por presuntamente haber perpetrado acoso y violencia sexual. En redes sociales se difundieron testimonios de este tipo de violencia de género.
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Según la denuncia, María (nombre protegido) recibió un mensaje de Máximo en el que le ofrecía hacer una sesión de fotos. La joven aceptó y cuando llegó el día, él la llevó a un departamento. Máximo pidió comida a domicilio y poco después de comerla, María empezó a sentirse mal.
La joven contó que perdió el conocimiento y cuando se despertó no tenía su ropa. Llevaba puesta una pijama rosa y no tenía sus prendas interiores, aseguró. De acuerdo con su relato, Máximo la tomó con fuerza, pero María lo golpeó y logró huir. Dos meses después denunció lo ocurrido y a partir de eso decenas de mujeres decidieron contar que también fueron víctimas.
Por este caso también se realizó una marcha en el centro de Quito. La concentración tenía como fin presionar a la Fiscalía para que se acelere el proceso de investigación.