Christopher Wagner, juez del condado estadounidense de Hamilton, en el estado de Ohio, le preguntó a Brandon Rutherford, quien estaba acusado de posesión de fentanilo, que por qué no usaba mascarilla en la corte y la respuesta del joven le motivó a tomar una decisión.
Rutherford, de 21 años de edad, le dijo que no creía necesitar una vacuna y que de hecho aún no recibía la inoculación. Esta respuesta hizo que el juez decidiera darle un plazo de 60 días al detenido para que se vacunara.
De no vacunarse, Rutherford violaría las reglas de su libertad condicional y tendría que regresar a la cárcel por un periodo de 18 meses.
«Solo soy un juez, no un médico, pero creo que la vacuna es mucho más segura que el fentanilo, que es lo que usted tenía en el bolsillo […] Va a mantener el empleo. No va a estar cerca de un arma de fuego. Voy a ordenarle, en los próximos dos meses, que se vacune y lo muestre [el certificado] a la oficina de libertad condicional», comentó el juez Wagner.
Además, el juez dijo que la decisión que tomó responde a las necesidades de proteger a la sociedad y también la integridad física del acusado.
De lado del acusado, dejó clara su posición en desacuerdo a lo que ordenó el juez del caso. “»¿Porque no me ponga una inyección pueden mandarme a la cárcel? No estoy de acuerdo con eso […] Solo intento hacer lo que puedo para salir de esto lo antes posible, como encontrar un trabajo y todo lo demás. Pero esa pequeña cosa (la vacuna) puede perjudicarme», apuntó el joven”.
El defensor de Rutherford también dijo que la decisión del juez lo sorprendió y que de hecho no tiene claro si los magistrados pueden tomar una medida de ese tipo, hacer que su cliente reciba un fármaco en contra de su voluntad.