Casi dos meses después del anuncio del aplazamiento de los Juegos Olímpicos de Tokio, el director general de su comité organizador, Toshiro Muto, dijo el viernes que no podía ofrecer una estimación del costo que tendrá el retraso hasta 2021.
Las cifras reportadas por medios japoneses oscilan entre los 2.000 y los 6.000 millones de dólares y se espera que la mayoría de los gastos que se acumulen sean sufragados por entidades gubernamentales.
Aunque fue impreciso sobre la cifra final y quién la abonará, Muto dejó algo muy en claro durante la conferencia de prensa vía internet.
“Los Juegos que tendremos dentro de un año podrían no ser los mismos Juegos Olímpicos y Paralímpicos convencionales que hemos conocido”, subrayó.
Muto planteó ideas sobre recortes en varios aspectos, aunque el único objetivo específico que mencionó fue el relevo de la antorcha.
“Estamos evaluando todas las áreas posibles”, afirmó. “Es momento de que todos revisemos cuáles son los elementos esenciales de los Juegos. ¿Qué es lo imprescindible?… Creo que podríamos crear unos nuevos Juegos Olímpicos y Paralímpicos, algo que sea único de Tokio”.
El futuro de la cita olímpica de Tokio aún ofrece más preguntas que respuestas.
¿Cómo se alojarán los 11.000 deportistas olímpicos y los 4.400 paralímpicos en la Villa Olímpica? ¿Los espacios reducidos serán seguros? ¿Cómo se trasladarán a Tokio? ¿Cómo entrenarán y clasificarán los deportistas? ¿Y qué pasará con los miles de trabajadores y jueces para los partidos?
¿Habrá público o será solo un evento televisado? ¿Qué pasará con los millones de boletos que ya se han vendido? ¿Habrá reembolsos? ¿Habrá una vacuna para el coronavirus para entonces? ¿Tendrán los deportistas, jóvenes y sanos, prioridad para recibir la vacuna?
Muto habló un día después de que el Comité Olímpico Internacional reconoció que habría previsto un costo extra de 800 millones de dólares por la postergación de los Juegos. La institución dispondrá de 150 millones de dólares para préstamos a los comités nacionales y federaciones deportivas, algunas de las cuales tienen pocas fuentes de ingresos más allá de los Juegos.
Sin embargo, el COI no ofreció detalles sobre el destino de los otros 650 millones.
Muto dijo tampoco saberlo, o al menos no quiere decirlo.
“Respecto al desglose de la manera en que este dinero será usado, el COI ha señalado que es demasiado pronto para saberlo”, indicó Muto. “Por lo que nosotros en el comité organizador no tenemos idea de todos los detalles sobre la manera en que este dinero será invertido”.