En su primera temporada, “El juego de las llaves” desató la sensualidad en Adriana. En la segunda, ha tenido un fuerte impacto en ella y su familia, al grado que la encontramos separada de su marido y en busca de un departamento.
“Lo perdió todo”, dijo Maite Perroni, quien interpreta a Adriana, en una entrevista por videollamada desde la Ciudad de México.
Los juegos de las llaves son noches en las que parejas y solteros tienen encuentros sexules al azar determinados por una especie de rifa de llaves.
Los primeros cuatro episodios de la segunda temporada se estrenaron el jueves en Pantaya para Estados Unidos, y Amazon Prime Video para Latinoamérica y el resto del mundo. Los cuatro capítulos restates se irán estrenando de dos en dos cada jueves.
“Adriana está en un torbellino de emociones. Es el darse cuenta que, efectivamente, cualquier decisión que se toma tiene consecuencias y que lo que en un momento parecía algo simple y divertido de pronto se convierte en la realidad de lo que sucede en su familia”, señaló Perroni.
Aunque le llega de golpe el cambio y se siente bastante desubicada, esta sacudida le permite crecer y encontrar nuevas dinámicas, comenzando porque se vuelve compañera de piso de Siena (Ela Velden), la ex de su amigo Sergio que la inició en el juego de las llaves, y Astrid (Alejandra Guzmán), quien tiene mucha más experiencia que las dos en esos juegos.
“Ella es la que hace los mejores juegos de las llaves del momento, les enseña unas cuantas cositas a las chicas”, dijo Guzmán, agregando que en este sentido la segunda temporada “está más fuerte”.
Eso incluyó su primer desnudo para la serie, para lo cual dijo que tuvo que “sacar su lado Pinal”.
“Me gusta porque es una chava inteligente y siempre busca una manera de que el deseo surja y sea una autosuperación, que realmente sea que se den cuenta qué es lo que quieren en la vida”, agregó la cantante mexicana. “Yo me sentía como en mi propia piel”.
Otra estrella que se integra al elenco es la cantante y actriz Laura León en el papel de Gloria, la mamá de Bárbara (Fabiola Campomanes), quien llega a instalarse en su casa.
“Lo más importante es la familia, corazón, integrarte”, dijo León. “Lo que uno pueda aportar, para eso venimos”.
Pero, aclaró, ella también sale a divertirse: “En la noche van a ver lo que hago… Me desaparezco y a ver dónde me agarran chiquitos”.
Aunque Adriana parece desilusionada por las experiencias de las aplicaciones de citas y no se siente muy convencida de volver a jugar el juego de las llaves, el destino le tiene preparadas otras sorpresas.
Cristián de la Fuente se une al elenco como Guillermo, quien “conoce a Adriana en un juego de las llaves y empiezan a tener una relación muy especial en donde cada uno tiene su espacio”, dijo desde Miami.
De acuerdo con el actor chileno, el fuerte de su personaje, a quien conocemos avanzada la segunda temporada, es que además de darle buen sexo a Adriana, la escucha y la entiende.
“Es un hombre que lo tiene muy claro, se comparte sexualmente desde un lugar adulto, muy maduro”, dijo Perroni. “Le muestra a Adriana que se puede vivir una sexualidad, que se puede compartir con alguien… y que al final también puedes respetarte, puedes tener tu individualidad, y tu propia historia”.
Para Perroni, la clave de la segunda temporada es el conocimiento que cada personaje logra tener de sí mismo.
“No creo que es solamente sexo de lo que estamos hablado; creo que estamos hablando de vidas de adultos que tienen consecuencias de acuerdo a sus decisiones”, dijo. “Te dice, ‘mejor piensa realmente quién eres tú y si estás viviendo realmente tu vida en congruencia con lo que tú quieres ser’”.