El líder opositor venezolano Juan Guaidó sostuvo el miércoles una reunión largamente esperada con el presidente estadounidense Donald Trump, un momento culminante de una gira internacional dirigida a aumentar el apoyo a su campaña para derrocar al mandatario venezolano Nicolás Maduro.
Soldados alineados en la entrada de la Casa Blanca aguardaron la llegada de Guaidó. Trump salió a una alfombra roja y a un clima frío para recibir al líder venezolano y escoltarlo a la Oficina Oval para una reunión privada, después de caminar por el pórtico.
En la víspera Guaidó fue invitado al discurso del Estado de la Unión del presidente estadounidense. Los legisladores aplaudieron cuando Trump presentó a Guaidó como el “verdadero y legítimo” líder de Venezuela y llamó a Maduro un “tirano”.
Trump y Guaidó hablaron de “la importancia de garantizar el retorno de la libertad para todos los venezolanos que promoverán y salvaguardarán un futuro próspero y democrático para el hemisferio occidental”, dijo el portavoz Judd Deere.
Guaidó calificó de «muy productiva» la reunión que sostuvo Trump. «En nombre de los venezolanos estamos aquí porque el 5 de enero, el 7 de enero, el 15 de enero logramos resistir a los embates de una dictadura, resistir a lo que fue el intento de tomar el Parlamento por la fuerza», declaró brevemente Guaidó a los reporteros.
«Estamos insistiendo en todo momento que tenemos el respaldo del mundo, que no es a Juan Guaidó, es a una causa, es a la democracia, es a la libertad, es a la posibilidad de ver un continente definitivamente libre, no permitir refugio a terroristas, no permitir el refugio a narcotraficantes», agregó.
Guaidó agradeció el «compromiso» de Trump, quien en su tercer discurso anual sobre el Estado de la Unión ante el Congreso expresó su compromiso con la «lucha justa por la libertad» de Venezuela.
«Enfrentamos en Venezuela, como ustedes saben, una dictadura, una dictadura que persigue, que tortura, que secuestra, que amenaza de muerte, que atentó contra el vehículo de los diputados el 15 de enero, que quiere destruir un país. No se lo vamos a permitir», agregó Guaidó, quien anticipó que las «acciones concretas» contra Maduro se irán anunciando «en su momento».
Estados Unidos y casi 60 países más han afirmado que la elección de Maduro en 2018 fue ilegítima y que, como presidente de la Asamblea Nacional, Guaidó debería ser nombrado presidente interino como dicta la Constitución venezolana. Estas naciones responsabilizan a las políticas socialistas de Maduro de una crisis política y económica que amenaza la estabilidad de la región.
Maduro, sin embargo, sigue en el poder, habiendo enfrentado un levantamiento militar fallido, una breve reanudación de las protestas multitudinarias contra el gobierno, y las sanciones y otras medidas por parte de Estados Unidos para obligarlo a dejar el cargo.
“Ayer Donald Trump habló de aplastar y quebrar a Venezuela. ¿Aplastar a un país que es la cuna de los libertadores de América? Jamás, a Venezuela no la aplasta nadie”, afirmó el mandatario venezolano el miércoles durante un acto de gobierno televisado. “Soy el presidente electo legítimamente, de acuerdo a la Constitución señor Donald Trump. ¡Basta de tu obsesión enfermiza!”
Sin mencionar directamente el encuentro entre Trump y Guaidó, Maduro afirmó que los asesores que tiene el mandatario estadounidense “te están llevando al fracaso al ponerte al pelele, al títere (Guaidó) al lado”.
Guaidó salió de Venezuela en un momento en el que le quedaban pocas opciones y batallaba para atraer a un número significativo de personas a las calles para manifestarse contra Maduro.
Fuente: EFE/AP