Un joven de 19 años fue arrestado y acusado de asesinato en segundo grado por la muerte de su madre.
La que mató de un tiro en el corazón cuando entró en su cuarto para pedirle que dejara de fumar en la casa.
El suceso se produjo en su vivienda en la ciudad de Lake Walles, cuando Seth Settle se encontraba fumando un puro.
Su madre, de 52 años, entró para reprenderlo y decirle que parara de fumar.
La recriminación y orden no gustaron al joven, quien, justo en el momento en que su madre salía del cuarto y cerraba la puerta, sacó supuestamente una pistola y disparó, con la mala fortuna de que la bala atravesó la puerta y acertó en el corazón de la mujer, dijo el alguacil del citado condado, Grady Judd.
Según la declaración jurada del arresto, Settle dijo a los agentes de la policía que el arma se le había disparado de forma involuntaria.
Además, que salió del cuarto y encontró a su madre tendida en el suelo inconsciente.
A continuación, el joven pidió a otra persona en la casa que llamara a una ambulancia y se marchó del lugar en un automóvil.
Pero el comunicado de la oficina del alguacil señala que los investigadores del caso interrogaron al joven y encontraron que «dio cinco versiones distintas de dónde había arrojado el arma».
Fue un amigo de Settle el que se puso en contacto con las autoridades para informarles de que este le había dado dos pistolas.
«El sospechoso está tratando de hacernos creer que esto fue un accidente, pero tenía un arma cargada e intencionalmente apuntó a la puerta por donde acababa de salir» su madre y disparó, dijo Judd en un comunicado.
Explicó que el joven huyó del lugar de los hechos sin prestar ayuda y luego le pidió a un amigo que se deshiciera de las armas.
«Estas no son las acciones de un hombre que accidentalmente mató a alguien. Sabía exactamente lo que estaba haciendo», afirmó el alguacil del condado de Polk.
Acción
Antes de que se informara a la Policía, la mujer fue transportada a un hospital local.
Determinaron que había «heridas penetrantes en el seno y axila izquierda», por lo que, ante la sospecha, se pusieron en contacto con las autoridades.
En un principio se pensó que se trataba de una cuestión médica, ya que no era visible ninguna herida ni sangre en el cuerpo de la víctima.
Sobre Settle pesan los cargos de asesinato en segundo grado con arma de fuego.
También manipulación de pruebas, dar información falsa y deshacerse de un arma en una zona residencial.