Jaime Nebot: «No votaremos por la destitución de la Fiscal General»

El exalcalde de Guayaquil y líder del Partido Social Cristiano (PSC), Jaime Nebot, aseguró que su partido político no votará por la destitución de la fiscal general, Diana Salazar. En un mensaje difundido por redes sociales la noche de este jueves 7 de marzo del 2024, denunció que las declaraciones en su contra provienen de «un grupillo de personajes frustrados«.

Nebot difundió el video luego de que fuera mencionado por su cercanía con el exasambleísta Pablo Muentes, uno de los detenidos e investigados en el caso Purga, por el presunto delito de delincuencia organizada. Según la Fiscalía General del Estado, el exlegislador era uno de los líderes de una presunta red de corrupción que involucraba a funcionarios judiciales del Guayas.

El nombre de Nebot saltó cuando la expresidenta del Consejo de la Judicatura, María Josefa Coronel, en una entrevista radial, aseguró que alertó a Nebot sobre una supuesta manipulación de la justicia, por parte de Muentes.

“Ahora nadie sabe nada (…), pero todos sabían. A mí me consta que muchos sabían lo que él (Muentes) estaba haciendo porque yo se los decía”, expresó la exfuncionaria y cuestionó que los dirigentes del PSC “no tengan el coraje” de admitir lo sucedido”.

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El líder del PSC reaccionó en redes sociales y precisó que «dentro del debido proceso corresponde a la Fiscalía probar sus acusaciones, a los acusados ejercer el derecho a la defensa y a los jueces sentenciar conforme a la ley».

Además, mencionó que las acusaciones son de «calumniadores que se aprovechan de una situación ajena al PSC en sí para hablar lo que no deben y para tratar de afectar al partido y a sus integrantes».

A continuación, la transcripción textual del mensaje del exalcalde de Guayaquil Jaime Nebot:

«Nadie, absolutamente nadie está por encima de la ley. Dentro del debido proceso corresponde a la Fiscalía probar sus acusaciones y a los acusados ejercer el derecho a la defensa y a los jueces sentenciar conforme a la Ley.

Quienes conformamos el PSC respetamos la independencia en las funciones del Estado, no interferimos en el ejercicio de las mismas y, por lo tanto, nos mantenemos orgánicamente en nuestro pronunciamiento anterior. No votaremos por la destitución de la fiscal general. Esta es nuestra posición y nuestro compromiso con ustedes los ecuatorianos. Nosotros sí tenemos palabra y como siempre la vamos a cumplir.

La calumnia es el primer depredador de la institucionalidad de un país y también de la honra de las personas. La gente seria, aunque no sea parte de un sistema judicial, tiene total derecho a opinar sobre el mismo, pero aquí no se trata de eso, sino de calumniadores que se aprovechan de una situación ajena al PSC en sí para hablar lo que no deben y para tratar de afectar al partido y a sus integrantes.

Las calumnias provienen de un grupillo de personajes frustrados que no quisieron ni supieron en un pasado reciente cumplir con su obligación de darles a ustedes seguridad, prosperidad, empleo, salud, educación y obras públicas. Son personas inmorales que usan su dinero y sus trolls para crear una cortina de humo sobre las investigaciones a las que están sometidos por presuntos delitos cometidos. Aunque es fácil saber de quién se trata, no los menciono porque nosotros sí respetamos la reserva legal de las indagaciones. Somos personas correctas y de buena fe.

La inmensa mayoría de ecuatorianos somos personas correctas y actuamos de buena fe. Pero es evidente que existe una minoría inmoral y cobarde cuyo accionar perverso es la causa de la descomposición del Ecuador. Jamás generalizo y no lo voy a hacer ahora. En esa minoría podrida no hay exclusividad, pero si un denominador común: corrupción. Corrupción en ciertos funcionarios del Estado, en ciertos políticos, en ciertos empresarios, en ciertos profesionales y en otros que se prestan a ser la caja de resonancia pagada de los que se benefician del mangoneo de la justicia.

Conciudadanos es hora de acabar con esta lacra. Es obligación de todos. Los países históricamente no se destruyen por las calumnias y el accionar de los malos, sino porque los buenos, en vez de enfrentarlos y derrotarlos los toleran con un silencio casi cómplice.

El PSC, sus directivos, sus asambleístas, seguirán siendo coherentes, aprobando lo que convenga a los ciudadanos y rechazando aquello que los perjudique.

40 años de servicio público, porque yo sí he servido al pueblo con eficacia y solidaridad, creo que me hacen merecedor a un par de minutos de su tiempo para hablar de mí. Hace décadas que no soy abogado en libre ejercicio y no litigo. No tengo clientes el litigio, nadie me persigue jurídicamente y tampoco yo persigo a nadie.

Trabajo en mis actividades particulares con éxito desde que tenía 18 años, fundamentalmente en la actividad inmobiliaria y en las asesorías empresariales. De eso he vivido y vivo, más allá de mi formación. No necesito manipular la justicia ni embarrarme recorriendo sus tortuosos caminos.

No hay juez ni fiscal que pueda decir lo contrario. Ni siquiera se atrevieron a decirlo cuando como alcalde de Guayaquil, en la lucha contra la inseguridad, pedí y logré que las autoridades competentes destituyeran a 17 fiscales que ponían en libertad a los delincuentes con la velocidad del rayo.

Ni tampoco lo dijeron cuando llegué al extremo de castigar con mi propia mano a un juez que se había aliado con una mafia de pipones para atacar a Guayaquil, para atracarlo por más de 300 millones de dólares. Queda claro lo mío.

Ecuatorianos, si queremos que este país funcione y que sea seguro y próspero, incorporemos la ética y la lógica, hoy perdida en nuestro proceder. Respetemos y apreciemos a quienes critican con razón y no a los chantajistas. A los políticos, no a los politiqueros, a los empresarios y no a los mercaderes, a los profesionales y no a los sinvergüenzas que se disfrazan de ellos. No claudiquemos. Transformemos el país que tenemos en el Ecuador que merecemos».

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