Italia ha comunicado que en las últimas 24 horas ha registrado 144.243 nuevos contagios de coronavirus, un nuevo récord desde el inicio de la pandemia que se suma a los cosechados en los últimos días y que eleva la cifra total de contagios a 6,1 millones desde febrero del 2020.
Además, se han contabilizado 156 fallecimientos, 137.247 desde el inicio de la pandemia.
Hay actualmente 900.984 personas positivas, de las que 11.150 están en plantas de hospital y 1.260 en ucis.
Cifras
Este viernes se han realizado 1,2 millones de pruebas de covid, mientras que ayer se hicieron 1,1 millones, y la tasa de positividad (porcentaje de positivos entre todos los test realizados) se ha situado en el 11,03 %, estable con respecto al jueves.
La rápida difusión de la variante ómicron, que ha llevado al país a superar el récord de casos diarios, ha obligado al Gobierno italiano a decidir que desde el 10 de enero se exigirá el certificado sanitario reforzado (que se obtiene en Italia cuando se ha sido vacunado o se ha pasado la enfermedad) para poder acceder a los medios de transporte, además de a hoteles, ceremonias o festivales. Ahora se pide para el ocio y para consumir en el interior de bares y restaurantes.
Decisiones
Las autoridades de Lombardía (norte) y el Lacio, cuya capital es Roma (centro), ya han confirmado que estas dos regiones pasarán el lunes al segundo nivel de riesgo de cuatro en la escala de colores diseñada por el Ejecutivo por el número elevado de infectados, y a estas se añadirán con gran probabilidad Piamonte (norte) y la isla de Sicilia (sur), según los medios italianos y a la espera de la circular oficial del Ministerio de Sanidad.
El Ejecutivo italiano se muestra cada vez más propenso a imponer el certificado reforzado en el trabajo para contener la propagación de los contagios, una medida que las reticencias de algunos partidos de la coalición han impedido tomar hasta ahora, pero que se podría aprobar en el próximo Consejo de Ministros, el 5 de enero.
También estudia nuevas reglas para garantizar el regreso a las aulas en condiciones de seguridad entre el 7 y el 10 de enero, dependiendo de las regiones, y una hipótesis que se bajara es que los estudiantes de hasta 11 años vacunados se aíslen cinco días y los no vacunados diez, en caso de que haya dos positivos en el aula, mientras que en los jardines de infancia habrá una cuarentena de diez días para todos con un solo positivo.
El ministro italiano de Educación, Patrizio Bianchi, ha asegurado que para el Gobierno es fundamental proteger la docencia presencial, mientras que el ministro de Sanidad, Roberto Speranza, ha animado a seguir ampliando el espectro de vacunados entre 5 y 11 años para no sobrecargar los hospitales.