Israel es uno de los países que logró desarrollar un plan efectivo de vacunación masiva por lo que se convirtió en la primera nación en suavizar las medidas de bioseguridad contra el COVID-19.
En una primera instancia, los ciudadanos vacunados podían prescindir del uso de mascarillas en lugares abiertos, como parques, plazas y otros, pero en lugares pequeños y cerrados como oficinas, centros comerciales y restaurantes estaban obligados a llevar el tapabocas.
Esa medida se mantuvo hasta hoy, 15 de junio de 2021, en Israel, pues ante el descenso marcado de nuevos casos de COVID-19, las autoridades de ese país dispusieron que se elimine la obligación de usar mascarillas en lugares cerrados.
Según el portal de noticias Infobae, En Israel «Más de 5,1 millones de personas -de una población total de unos 9,3 millones- han sido inoculadas con ambas dosis de la vacuna contra el coronavirus, y también se comenzó a inmunizar recientemente a adolescentes de entre 12 y 15 años«.
Es el claro ejemplo de que la única forma de retomar la normalidad es mediante el proceso de vacunación efectivo y masivo además del estricto cumplimiento de las medidas de bioseguridad en todo su territorio.
Desde el uno de julio de 2021, Israel permitirá el ingreso al país de extranjeros que cuenten con el proceso de vacunación completo, es decir las dos dosis de una vacuna contra el COVID-19 o en su defecto la única dosis de la inoculación que así lo requiera.