El gobierno de Israel aplazó la planeada reapertura del país a turistas extranjeros vacunados contra el coronavirus por temores acerca de la diseminación de la variante delta del mismo.
El país se disponía a reabrir sus fronteras el 1 de julio después de que estuvo cerrado casi totalmente durante la pandemia. Ya había comenzado a permitir el ingreso en mayo de grupos de turistas vacunados. Todos los visitantes tendrán que someterse a pruebas de detección del coronavirus antes de abordar sus vuelos a Israel y mostrar su prueba de vacunación.
Pero luego de un aumento de las infecciones en la última semana, el gobierno informó el miércoles que aplazará la apertura hasta el 1 de agosto. El Ministerio de Salud registró 110 nuevos casos en el último día.
Israel ha sufrido un duro impacto económico debido a la pandemia. A pesar de que el país se ha ido recuperando tras una ágil campaña de vacunación, el sector turístico sigue afectado.
Del otro lado del mundo, en Estados Unidos, Antony Fauci, asesor médico jefe de la Casa Blanca, calificó a la variante delta como «la mayor amenaza» en la lucha de ese país contra el COVID-19, que a pesar de contar con un ritmo de vacunación relativamente acelerado, no consigue resultados eficientes y la nueva variante se convierte en un problema potencial pues ya el 20% de los contagiados en EEUU corresponden a este patógeno.