La reina Isabel II dejó una emotiva nota escrita a mano en el ataúd de su esposo, el príncipe Felipe de Edimburgo, durante el funeral que se realizó este sábado en la Capilla de San Jorge del Castillo de Windsor, Reino Unido.
Según informó RT, la nota que colocó sobre el féretro de su difunto esposo, con el que compartió 73 años de matrimonio, contiene una sola palabra. Se trata de sus apodo de la infancia: «Lilibet«; y se cree que el príncipe Felipe fue la última persona en dirigirse con ese apodo a la reina Isabel II.
Desde el Palacio de Buckingham se negaron a comentar sobre la nota o el contenido, y recordaron que se trata del asunto privado de la reina Isabel.
Un día después del fallecimiento del príncipe Felipe, en las cuentas oficiales de la familia real británica se difundió una cita pronunciada por Isabel II sobre su marido en 1997.
«Él ha sido, sencillamente, mi fuerza y apoyo todos estos años, y yo, y toda su familia, y este y muchos otros países, tenemos una deuda mayor de la que él jamás reclamaría, o de la que jamás conoceremos».
En la ceremonia marcada por la simplicidad, la reina se sentó apartada, sola, de negro riguroso, con sombrero a juego. Se la vio afligida por el dolor e inclinaba la cabeza en reverencia mientras acompañaba al ataúd de su amado Felipe en su viaje final. A pesar de las conductas reales, la reina se limpiaba las lágrimas mientas que el ataúd de Felipe fue bajado a la bóveda real.