Con el objetivo de comprobar si las personas del mundo tienen la misma percepción olfativa, si les gustan los mismos tipos de olor o si esto es algo culturalmente aprendido, investigadores identificaron ‘el olor más agradable’ del planeta. Los resultados del reciente estudio se publicaron en la revista Current Biology.
El olor que la mayoría ‘prefiere’.-
De acuerdo con los resultados, el olor a vainilla se considera ‘el más agradable’ gracias a las preferencias olfativas de las personas, independientemente de su origen cultural. «Tradicionalmente se ha visto como algo cultural, pero podemos demostrar que la cultura tiene muy poco que ver con ello», resume Artin Arshamian, investigador del departamento de Neurociencia Clínica del Instituto Karolinska.
En estudio se hizo analizando nueve culturas diversas no occidentales que representaban diferentes estilos de vida. Participaron un total de 225 individuos, de distintos países de América Latina y del Sudeste Asiático. A ellos se les pidió que clasificaran los olores en una escala de ‘agradable’ a ‘desagradable’.
- Los olores seleccionados comprenden un estudio anterior realizado con habitantes de zonas urbanas de Nueva York. En él, ciudadanos valoraron el carácter agradable de 476 moléculas diversas.
Los investigadores hicieron énfasis en analizar cuatro grupos de cazadores-recolectores y cinco grupos con diferentes formas de implementar la agricultura y la pesca. Según información de DW, algunos de estos grupos tienen muy poco contacto con productos alimenticios o artículos domésticos occidentales.
«Como estos viven en entornos odoríferos tan dispares, como la selva, la costa, la montaña y la ciudad, captamos muchos tipos diferentes de ‘experiencias olorosas'», detalla Arshamian. Los resultados apuntan a que las preferencias personales por los olores pueden deberse al aprendizaje, pero también podría ser resultado de nuestra composición genética.
El olor a vainilla fue el más agradable, seguido del del butirato de etilo, que huele a melocotón. Entre los olores menos agradables está el ácido isovalérico, que se encuentra en muchos alimentos, como el queso, la leche de soja y el zumo de manzana. No obstante, también en el sudor de los pies.
Fuente | DW/Current Biology