El Gobierno británico aplica desde este sábado nuevas restricciones en más áreas del norte de Inglaterra donde se ha elevado la alerta por la COVID-19 a fin de contener el repunte de casos, tras una semana aciaga para el primer ministro, Boris Johnson.
El condado de South Yorkshire ha sido incluido en ese estado máximo de riesgo -de una escala de tres- desde la medianoche. Lo que ha obligado a cerrar «pubs» y bares a menos que sirvan comidas.
Las directrices se aplican en localidades como Doncaster, Rotherham y Sheffield y afectan a más de 1,4 millones de ciudadanos. Además, ha forzado a clausurar sus negocios a casinos, salas de bingo y otros lugares de ocio; al tiempo que vetan las reuniones entre personas que no que vivan bajo el mismo techo.
El alcalde de Sheffield, Dan Jarvis, instó hoy a los ciudadanos a «poner de su parte» y adherirse al nuevo protocolo de acción para frenar la propagación del virus, en declaraciones a la BBC Radio 4.
ALERTA EN INGLATERRA POR EL COVID-19
El nivel de alerta por el COVID-19 se elevó asimismo en otras localidades de Inglaterra como Stoke-on-Trent, Slough y Convetry, que pasaron al nivel 2 desde la medianoche.
También desde ayer la zona metropolitana de Manchester (al norte), donde viven 2,8 millones de personas, se acoge a las duras consecuencias. Esto tras haber visto elevado su nivel de alarma al 3, como ya lo están Liverpool y Lancashire.
Por su parte, Gales, con 3,1 millones de habitantes, se adentra hoy en su segundo día de un confinamiento de 17 como remedio «cortafuegos» frente al repunte de positivos de más de 2.500 diarios. Al tiempo que el Gobierno ha habilitado patrullas policiales para impedir que se realicen viajes no esenciales.
En el caso de Escocia, su ministra principal, Nicola Sturgeon, anunció ayer la introducción para el 2 de noviembre de un nuevo sistema con cinco niveles de riesgo, del 0 al 4, para gestionar de forma localizada la crisis del coronavirus.
El científico Neil Ferguson, responsable del modelo que derivó en el confinamiento nacional del pasado marzo, alertó hoy de que si los contagios siguen incrementándose «a la tasa actual», la capacidad del sistema sanitario del país (NHS) no resistirá.
«Estamos ante un momento crítico. El sistema sanitario no podrá aguantar mucho más tiempo esta tasa de crecimiento (de contagios)», advirtió el experto a la BBC Radio 4.
EL SISTEMA DE DETECCIÓN Y RASTREO SIGUE SIN SER OPERATIVO
Mientras millones de ciudadanos apechugan con las consecuencias del endurecimiento de las normas en Inglaterra por el COVID-19, Johnson deja atrás una semana aciaga plagada de fiascos.
Uno de esos traspiés ha sido la ineficacia del sistema de detección y rastreo impulsado por el NHS; que desde su introducción no ha dejado de evidenciar fallos técnicos.
Considerado por el propio Johnson como herramienta imprescindible para batallar contra el coronavirus, esta semana el primer ministro reconocía su «frustración» ante su inoperancia. Las últimas cifras oficiales prueban que «apenas una de cada siete personas» que se somete a los test obtiene su resultado en un plazo de 24 horas.
El Reino Unido lleva camino de alcanzar los 45.000 fallecimientos por covid-19 desde el inicio de la pandemia y contabiliza además unos 800.000 positivos. Solo en esta última semana se han comunicado alrededor de 20.000 contagios diarios.
LA REBELIÓN DE MANCHESTER, OTRO GOLPE PARA JOHNSON
Las normas impuestas en Manchester, Inglaterra, como el cierre de bares y la prohibición de reuniones sociales, por el COVID-19 han generado polémica.
La dureza de las normas sumieron los últimos días en un rifirrafe público con el alcalde de la ciudad, el laborista Andy Burnham, responsable de una región donde viven cerca de 2,8 millones de personas, opuesto a su plan.
Manchester supera en diversas áreas una incidencia de 500 casos de covid por cada 100.000 habitantes.
En contundentes apariciones televisivas, el edil ha presionado al Ejecutivo para que este asumiera con ayudas financieras sus «compromisos» con los ciudadanos de rentas más bajas, forzados a perder sus ingresos y sus empleos.
JOHNSON DEFIENDE SU ESTRATEGIA
Johnson ha defendido la estrategia de su gabinete ante esta crisis, a medio camino entre un confinamiento total, con la que se intenta evitar. Pues no iría en la dirección «adecuada», y un enfoque «extremo», con mayores libertades, que derivaría en «miles de muertes».
Su ministro de Economía, Rishi Sunak, anunció esta semana el incremento de las ayudas financieras gubernamentales para apoyar aquellos negocios y trabajadores que se verán afectados a consecuencia de las restricciones.