La infraestructura de la Catedral de San Pedro registra considerables daños que se hacen más evidentes con el paso de los años. Esperan que con la ordenanza para la evaluación de infraestructuras patrimoniales que se realiza para la ciudad se pueda mejorar este patrimonio cultural.
La Catedral de San Pedro está ubicada en el corazón de Guayaquil y se caracteriza por su cautivante estilo neogótico.
Pasar inadvertida la belleza e historia que esconde este imponente templo es no apreciar el arte transformado en sublimes detalles, los cuales se ven opacados con daños que se han ido acentuando con el pasar de los años.
El párroco de este templo señala que las afectaciones se registran en pilares, paredes, vitrales y otros objetos. Las estructuras con daños estaban en trabajos de mantenimiento pero con la pandemia se detuvieron.
La iglesia tiene daños estructurales que no se ven pero constan en el informe hecho por una consultora privada luego de un recorrido y diversas pruebas que elaboró junto al equipo técnico de la Arquidiócesis de Guayaquil.
De los 36 pilares principales que sostienen este emblema patrimonial, el 70% registra afectaciones; daños que se perciben incluso acá en el altar mayor y son secuelas de lo ocurrido en el terremoto del 2016.
Las reparaciones urgentes de la catedral son las columnas, las vigas, el sistema hidráulico y parte de las cubiertas. Arreglos que ya tienen en proceso desde hace cinco años.
Al momento se realiza un nuevo informe para el municipio con la finalidad de actualizar la situación de la Catedral; y esperan que con la ordenanza para la evaluación de infraestructuras patrimoniales que se realiza para la ciudad se pueda mejorar este patrimonio de arte, historia y espiritualidad.
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