La India superó este viernes la barrera de los 9 millones de casos de la COVID-19, con más de 130.000 muertes desde el inicio de la pandemia, tras registrar más de un millón de nuevos contagios confirmados en 30 días pese al significativo descenso del número de casos diarios.
Si bien el número de nuevas infecciones confirmadas por las autoridades ha descendido a la mitad en las últimas semanas, a un promedio de 45.000 nuevas infecciones cada 24 horas, el Ministerio de Salud indio elevó el total desde el inicio de la pandemia a 9.004.365, el 20 % del total de casos en el mundo.
La India continúa en el segundo lugar como el país más afectado en términos de número de casos. Este país está superado solo por Estados Unidos con 11,7 millones de contagios.
Con 584 fallecidos en las últimas 24 horas, la autoridades elevaron el total de muertos a 132.162.
Hasta la fecha solo EE. UU. (252.514) y Brasil (132.162) superan a la India en el total de muertes, los datos de la nación asiática representan una tasa de mortalidad de 1,5%, una de las más bajas entre las naciones más afectadas.
NUEVA DELHI, EL NUEVO EPICENTRO
Con los números de contagios de COVID-19 diarios en descenso en buena parte de los estados de la India, las autoridades han concentrado su atención en las regiones más afectadas. Entre ellas Nueva Delhi, que en las últimas dos semanas se ha convertido en el epicentro de la enfermedad en el país.
Con un promedio de 7.000 contagios por día, la capital india atraviesa por una tercera ola de contagios. La peor que se ha registrado desde marzo.
Las autoridades han aumentado en un 300 % las multas para obligar a los ciudadanos a utilizar las máscaras y disminuir la propagación del virus. El gobierno regional y varios expertos atribuyen el empeoramiento de la situación a los altísimos niveles de contaminación que complican los problemas respiratorios.
El pico de contagios en la capital coincide con una época de festivales religiosos y de bodas, que suponen grandes aglomeraciones de personas.
LA VACUNA
La espera para proteger a sus más de 1.350 millones de habitantes con una vacuna contra el COVID-19 podría llegar a su fin en el primer trimestre de 2021, de acuerdo al Instituto Serum de la India. Este laboratorio es uno de los mayores fabricantes de vacunas del mundo y encargado de producir, entre otras, la candidata desarrollada por la Universidad de Oxford y AstraZeneca.
El presidente ejecutivo del fabricante indio, Adar Poonawalla, pronosticó esta semana que la vacuna desarrollada por el laboratorio británico-sueco podría estar disponible para grupos sensibles en febrero de 2021 y en abril para el público en general.
De acuerdo a sus cálculos, el precio de la vacuna rondará las 1.000 rupias, o 15 dólares, por las dos dosis necesarias.
En medio de la carrera por hallar una vacuna efectiva, Poonawalla ha defendido la candidata de AstraZeneca por ser la única en fase avanzada que requiere de menor infraestructura para la conservación en la cadena de frío, un elemento que será clave en la distribución de vacunas en regiones de África, Asia, y América Latina.
DUDAS SOBRE LOS TEST DE PRUEBAS
Una corte de Nueva Delhi llamó esta semana la atención de las autoridades al conocer que el aumento de los casos positivos en la capital estaba relacionado con el tipo de test que se estaban usando en la población.
El Tribunal Superior de Delhi hizo la observación después de conocer que la mayor parte de las pruebas en la capital india se realizan con el método Rápido de Antígeno (RAT), menos fiable que las pruebas de PCR que la sala ha ordenado utilizar en mayor medida.
Si bien en la India en general las autoridades han desarrollado una agresiva campana de despiste practicando alrededor de 1 millón de pruebas de COVID-19 por día, algunos expertos han cuestionado la confiabilidad de esas pruebas y su reciente preocupación de que esto contribuya en parte el descenso de los datos oficiales en las últimas semanas.
EFE