Imagen de Sagitario A*, el agujero negro del corazón de la Vía Láctea

Los rumores desde hace días estaban ahí y hoy las expectativas se cumplieron: científicos del Telescopio Horizonte de Sucesos desvelaron la primera imagen de Sagitario A*, el agujero negro supermasivo del corazón de nuestra galaxia, la Vía Láctea, lo que constituye una evidencia «abrumadora» de su existencia.

Emocionante, histórico, extraordinario, revolucionario o novedoso son algunos de los calificativos utilizados por los investigadores responsables de este hallazgo, que se dio a conocer en varias ruedas de prensa simultáneas en distintos países.

Este resultado proporciona «pruebas abrumadoras» de que el objeto es sin duda un agujero negro, un lugar del espacio de donde nada puede escapar, ni siquiera la luz, y aporta valiosas pistas sobre el funcionamiento de tales gigantes, que supuestamente ocupan el centro de la mayoría de las galaxias.

Anteriormente, la comunidad científica ya había observado estrellas orbitando alrededor de algo invisible, compacto y muy masivo en el centro de la Vía Láctea.

AGUJERO NEGRO

Estas órbitas permitían postular que este objeto -conocido como Sagitario A* o SgrA*- era un agujero negro, y la imagen de hoy proporciona la primera evidencia visual directa de ello, según los científicos del EHT (el horizonte de sucesos es el borde del agujero negro, el límite más allá del cual es imposible ver nada, ni escapar).

Aunque no se puede ver el agujero negro en sí, porque está completamente oscuro, el gas brillante que lo rodea tiene una firma reveladora: una región central oscura (llamada «sombra») rodeada por una estructura brillante en forma de anillo.

IMAGEN

La nueva imagen, en la que se observa un anillo no perfectamente esférico amarillo y naranja, con tres puntos más brillantes, capta la luz curvada por la fuerza gravitatoria del agujero negro, cuya masa es cuatro millones de veces la del Sol.

«Es un momento importantísimo, es el siguiente nivel. Misión cumplida, sí, pero hay mucho trabajo aún por hacer», señaló J. Anton Zensus en la rueda de prensa organizada por el Observatorio Europeo Austral (ESO) en Garching, cerca de Múnich (Alemania).

Para obtener las imágenes de este agujero a unos 27.000 años luz de la Tierra, se creó una red de ocho observatorios de radio, anteriormente construidos con otros fines, combinados para formar un único telescopio virtual «del tamaño de la Tierra» -uno de ellos está en Sierra Nevada, Granada (sur de España)-.

El EHT lo observó durante varias noches, recopilando datos durante muchas horas seguidas, de forma similar a como una cámara fotográfica tradicional haría una imagen con un tiempo de exposición largo.