Human Rights Watch (HRW) considera que la declaración del Gobierno de Ecuador de un conflicto armado interno “puede conducir a abusos” por parte de las Fuerzas Armadas por la equiparación de las bandas con partes de un enfrentamiento bélico tradicional.
“Intentar luchar contra el crimen como si se tratase de una parte en un conflicto armado nunca ha sido la respuesta adecuada”, afirmó la directora para América de HRW, Juanita Goebertus, durante la presentación del informe anual de la organización este jueves 11 de enero del 2024 en São Paulo, Brasil.
Goebertus recordó que en otros países situaciones similares han sido la causa de «grandes violaciones de derechos humanos«.
Ecuador arrancó el 2024 inmerso en una crisis de seguridad marcada por una ola de violencia sin precedentes, desencadenada por la fuga de la cárcel de José Adolfo Macías, alias ‘Fito‘, cabecilla de la banda ‘Los Choneros‘, y que llevó al presidente Daniel Noboa a imponer el estado de excepción.
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Después de esta fuga, en los últimos días se han registrado numerosos ataques por parte de bandas terroristas y se han registrado motines en al menos siete cárceles del país, en los que hay por lo menos 178 funcionarios penitenciarios secuestrados, entre guías y personal administrativo.
El último hecho que conmocionó al país fue la incursión armada de un grupo de hombres encapuchados en el canal TC Televisión de Guayaquil. Y como respuesta a esta situación el Gobierno decretó conflicto armado interno y dispuso que las Fuerzas Armadas actúen de forma contunden contra 22 grupos terroristas.
Violencia, corrupción y migración
Según afirmó Goebertus, esta situación “no es una sorpresa” y apuntó a la escalada en la tasa de homicidios, que en 2023 alcanzó un nivel «sin precedentes», con 43 asesinatos por cada 100 000 habitantes, recoge el informe.
Y el complicado escenario social se intensificó con el debilitamiento de las instituciones en medio de acusaciones de corrupción, interferencia en los nombramientos de altos cargos y destituciones de autoridades.
Además, a la inseguridad se sumó el desempleo y la escasez de empleos que está impulsando a un gran número de ecuatorianos a migrar a Europa y Norteamérica, especialmente a Estados Unidos.
De acuerdo con el informe de HRW, un récord de 48 000 ecuatorianos cruzaron el Tapón del Darién, la peligrosa jungla entre Colombia y Panamá, entre enero y septiembre de 2023, en comparación con unos 29 000 en todo 2022.
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