Es parte de la vida del cholo y el montubio; los acompaña al nacer, crecer y morir.
Es motivo de reunión; allí se cocinan la memoria y la sabiduría de todo un pueblo.
Allí se aprenden los secretos de los potajes y recetas más tradicionales, no es solo una estructura de madera y caña, es la conexión entre el presente y el pasado.
Entre los aromas y sabores del maíz, el plátano, el maní y otras delicias nos adentramos en la historia del horno manabita.