Unas 3 600 personas fueron retenidas en un crucero en el puerto de Hong Kong para ser sometidas a pruebas médicas después de que tres pasajeros chinos que habían viajado anteriormente en esa embarcación fueran confirmados como portadores del coronavirus de Wuhan.
En la mañana de este miércoles, un equipo de funcionarios sanitarios hongkoneses embarcaron en el World Dream para llevar a cabo inspecciones médicas a 1 800 pasajeros y 1 800 tripulantes poco después de que el buque atracase en la terminal de Kai Tak, en Kowloon, a la que llegó tras ser rechazado por las autoridades taiwanesas.
El regreso del crucero a la ciudad semiautónoma china avivó las preocupaciones entre los hongkoneses, después de que ayer se registrase en ella la primera muerte relacionada con el coronavirus.
Sin embargo, las autoridades han prometido que ninguna persona bajará del World Dream hasta que se hayan llevado a cabo todas las pruebas necesarias.
Entre el 19 y el 24 de enero, ese barco llevó a unas 4.500 personas en un crucero del que participaron tres turistas chinos a los que posteriormente se les detectó el coronavirus, cuyo nombre provisional es 2019-nCoV y que hasta ahora ha dejado 490 muertos y más de 24 000 infectados en China.
El pasado día 2, el buque zarpó para un nuevo viaje con otros pasajeros.
Las autoridades afirmaron que ninguno de los 1 800 pasajeros retenidos -de los que el 90 % son hongkoneses- se había cruzado con los tres turistas contagiados, pero algunos de los tripulantes sí que habían tomado parte de aquel crucero.
La cuarentena del World Dream se suma a la del Diamond Princess, en la ciudad japonesa de Yokohama, que ha registrado varios positivos en las pruebas realizadas a pasajeros para detectar el coronavirus.
Mientras tanto, Hong Kong sumó hoy tres nuevos casos confirmados, elevando el total a 21.
En la tarde de este miércoles, la jefa del gobierno local, Carrie Lam, anunció medidas más duras para tratar de contener la epidemia: desde el próximo 8 de febrero, todos los visitantes procedentes de la China continental, incluidos los hongkoneses, deberán pasar una cuarentena de 14 días al entrar en la región.
Y es que más de 5 000 médicos y enfermeros hongkoneses secundaron hoy la tercera jornada de una inédita huelga con la que pretenden presionar al Ejecutivo para que cierre totalmente la frontera con la China continental. Hasta ahora, diez puestos fronterizos han sido cerrados, pero otros tres permanecen activos.
Las escenas en Hong Kong fueron de pánico tras la primera muerte, la de un ciudadano de 39 años que dio positivo por el coronavirus.
Miles de hongkoneses hicieron noche en las calles para comprar mascarillas a la mañana siguiente, en la mayor cola que se ha visto en la ciudad desde que comenzó un brote que ha provocado una grave escasez de estos artículos de prevención de contagios. EFE