Hong Kong se encuentra inmersa en una tercera oleada de contagios del coronavirus, rebrote que registra más de cien nuevos contagios diarios.
Luego de tres meses con pocos casos, los últimos siete días con alta tasa de contagios dispara los temores en la ciudad.
En la excolonia británica todavía resuena el eco de la epidemia de otro coronavirus, el del SARS, que en 2003 dejó 1.755 contagios y 299 muertos. Hasta este miércoles, más de 3.000 personas han contraído la COVID-19 en la ciudad y por ahora se han notificado 24 fallecimientos.
Más de la mitad de los contagios del nuevo coronavirus SARS-CoV-2 en Hong Kong se han registrado en las últimas semanas. Las autoridades sanitarias ya advierten de que los hospitales de la ciudad «están llegando al límite» de su capacidad.
Los cambios en el comportamiento de Hong Kong
El de Hong Kong es un ejemplo de que no se puede bajar la guardia contra el virus. En mayo y junio hubo muchos días en los que no se registraron nuevos contagios; la ciudad era vista como un ejemplo por el uso generalizado de mascarillas, el teletrabajo y los controles fronterizos.
A finales de junio el balance acumulado era de unos 1.200 contagios y menos de una decena de fallecimientos por la enfermedad.
Sin embargo, en estas últimas tres semanas Hong Kong ha vivido un repunte de casos, tanto de transmisión local como de importados.
El gran problema de Hong Kong es que algunos de los casos son de origen desconocido, es decir, no se puede rastrear al paciente cero de cada brote.
La mayoría de los contagios se han detectado en la península de Kowloon, y han afectado a residencias de ancianos, taxistas, trabajadores de restaurantes e incluso marineros: hasta seis buques han sido puestos en cuarentena después de que numerosos tripulantes dieran positivo en las pruebas.