En una playa de Carolina del Norte, Nick Arthur, un joven de 16 años de edad fue atacado por un tiburón y para salvarlo el padre del chico peleó a mano limpia contra el escualo.
Nick estaba junto a su hermana a unos ocho metros de la orilla cuando de pronto el joven empezó a gritar por el dolor y la imposibilidad de mover su pierna. Nick contó que no puso moverse porque un tiburón estaba prendido a su extremidad.
La hermana de Nick logró salir a salvo a la orilla para pedir auxilio a su padre. El hombre entró al agua y luchó a mano limpia con el animal, logró darle un golpe en la nariz y el escualo soltó a Nick quien sufrió 40 heridas punzantes y raspones en las manos que se hizo cuando intentó abrir las fauces del tiburón.
Según RT, «Joel Fodrie, profesor asociado del Instituto de Ciencias Marinas de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill, comentó al portal Today que las probabilidades de un ataque de tiburones son «muy, muy, muy bajas», pero, pese a ello, siempre hay que ir a la playa con precaución».
Este año, el índice de ataques de tiburones bajó, probablemente, según los expertos, al confinamiento y al reducido número de personas que asisten a los balnearios de todo el mundo. Por lo general se registran 80 ataques de tiburón en todo el año, pero en lo que va de 2020 solo se anotaron 18 casos, siete de ellos en playas de Estados Unidos.
En mayo, el surfista, Ben Kelly murió tras ser atacado por un tiburón en Carolina del Norte y se registró así la primera muerte por un episodio de estos en esa localidad desde 2004.