El pasado 27 de enero Andrew Jones asesinó a su amigo Michael O’Leary tras enterarse que este último era amante de su esposa.
Jones estaba con O’Leary en una granja apartada en la localidad de Cwmffrwd, Gales, Reino Unido. En ese lugar tomó un rifle Colt .22 y asesinó a su amigo con quien llevaba una relación amistosa de casi 20 años.
Luego de que lo asesinó, Jones tomó el cuerpo, lo envolvió en una plástico y lo guardó en el maletero de su camioneta. Luego tomó el celular de su víctima y envió un mensaje a la esposa del fallecido con la intención de aparentar un suicidio.
Según el portal de noticias RT, » En un principio, las autoridades abordaron el caso como una desaparición y comenzaron la búsqueda del coche de Michael, que fue hallado poco después del crimen. No obstante, en el transcurso de la investigación los agentes descubrieron la relación entre O’Leary y la esposa de Jones, Rhiannon. Jones confesó que conocía el romance y que le había descubierto un segundo teléfono a su mujer, desde el que se comunicaba con su amante».
Jones declaró que usó ese teléfono para concretar una cita con O’Leary y llevó un arma que en medio de una discusión se disparó e hirió de muerte a su amigo. Según los medios internacionales las autoridades consideraron que lo que Jones relató como un infortunado y fatal accidente se trató de un crimen «organizado».
Esta semana un tribunal de la corona en Gales decidió la culpabilidad de Jones y determinó que él asesinó a su amigo y no fue un accidente por lo que lo sentenció a cárcel con cadena perpetua y con la posibilidad de acceder a la libertad condicional tras pasar al menos 30 años tras las rejas.