En la localidad inglesa de Worcester Andrew Lewis fue condenado a prisión tras un juicio que lo declaró culpable por haber pinchado el condón que usó para tener relaciones con su pareja.
En marzo de 2018, la pareja de Lewis encontró, luego de tener sexo con él, un condón y alfileres en la mesa de noche, lo que le hizo sospechar.
Entonces la mujer buscó en la basura el condón que su novio usó esa noche y constató que el preservativo también tenía agujeros hechos con alfiler. El hecho fue calificado por la víctima como «pura maldad».
Según el fiscal del caso, el hombre declaró a la Policía que esperaba que el condón se rompiera y que de esa manera «mejorarían las relaciones íntimas» y también dijo que fue «lo más estúpido» que había hecho.
La defensa de Lewis dijo que el hombre no planeaba que su pareja se embarazara sino que decidiera por usar otro método anticonceptivo.
El juez del caso recalcó el hecho de que la mujer accedió a tener sexo con Lewis siempre y cuando éste usara condón por lo que calificó al hecho como una «ruptura de la confianza».
Según publica el portal de noticias RT, » Lewis se declaró culpable de violación en julio y el pasado viernes 2 fue condenado a cuatro años de prisión. «El delito de violación es tan serio [que] la pena de prisión es apropiada», dictaminó el togado».
La historia fe recogida por varios medios de comunicación y publicada en portales digitales de información, pues se trata de un caso de abuso de confianza sobre algo tan íntimo que es una relación sexual.