El primer ministro interino de Holanda, Mark Rutte, anunció el viernes una cuarentena parcial de tres semanas en un momento en que aumentan los casos de COVID-19 en Holanda.
La cuarentena, que iniciará la noche del sábado, es la primera en entrar en vigor en Europa occidental desde que una nueva ola de infecciones comenzó a aumentar en partes del continente.
Con la cuarentena los bares, restaurantes y supermercados tendrán que cerrar a las 8 de la noche (1900 GMT), los encuentros deportivos profesionales se jugarán en estadios vacíos y a las personas les pedirán trabajar desde casa lo más que puedan. Las tiendas que venden artículos no esenciales tendrán que cerrar a las 6 de la tarde.
“Esta noche tenemos un mensaje muy desagradable con decisiones muy desagradables y extensas”, informó Rutte.
Holanda no es el único país en adoptar medidas para controlar el aumento de infecciones de COVID-19.
Horas antes, el canciller austríaco Alexander Schallenberg dijo que su país implementará la próxima semana cuarentena para las personas no vacunadas en dos regiones muy afectadas y parece estar preparado para implementar medidas similares a nivel nacional.
A partir del lunes, las personas no vacunadas en las regiones Alta Austria y Salzburgo sólo podrán salir de casa por motivos necesarios específicos, como comprar víveres o ir al médico.
Mientras tanto, el centro para el control de enfermedades de Alemania insta a las personas a cancelar o evitar eventos multitudinarios y a reducir sus contactos conforme la tasa de infección del coronavirus del país llega a niveles máximos.
Rutte también dijo que el distanciamiento social regresará y exhortó a las personas a trabajar desde casa cuando sea posible.