La Hipertensión Arterial Pulmonar (HAP) es una enfermedad rara y silenciosa que puede cambiar la vida de quien la padezca si no se descubre a tiempo.
Se trata de una condición que afecta a un porcentaje pequeño de la población general, per que puede presentarse tanto en adultos como en niños.
Este padecimiento se caracteriza por generar una elevación progresiva y crónica de la presión de la arteria pulmonar. Esta afecta a los vasos sanguíneos que transportan la sangre del lado derecho del corazón a los pulmones para una adecuada oxigenación.
Como resultado de estas alteraciones pulmonares, el lado derecho del corazón se ve afectado, afirma la gerente médica de Janssen Latam, Tatiana Pineda.
Así, el corazón debe hacer más esfuerzo hasta el punto de perder su capacidad de contraerse y bombear sangre adecuadamente. Finalmente, este se agota y deja de funcionar.
Por su parte, el cirujano Mauricio Orozco, especialista en neumología y enfermedades vasculares pulmonares, indica que la Hipertensión arterial pulmonar es consecuencia de múltiples enfermedades.
“Representa una condición silenciosa y traicionera, porque cuando la persona empieza a tener síntomas, fundamentalmente falta de aire (disnea) al hacer ejercicio o realizar actividades cotidianas, significa que la enfermedad está avanzada y que se ha perdido la mitad, o incluso más, de las arterias del pulmón” explica el especialista.
Por eso, asegura, que es importante que todo paciente con signos de disnea, cansancio extremo esté prevenido y visite a su médico.
¿Cuáles son los síntomas de la hipertensión arterial pulmonar?
El principal síntoma de la hipertensión arterial pulmonar es la dificultad respiratoria o cansancio extremo. Cuando su presencia es leve, estos síntomas se dan al practicar ejercicios. Pero cuando la HAP es severa, subir escaleras, caminar distancias cortas o simplemente vestirse puede causar cansancio. También puede causar debilidad, dolor de pecho, sensación de mareo y desmayos.
En casos más avanzados, pueden presentarse retención de líquidos en las extremidades inferiores y en la cavidad abdominal. Estos síntomas también se pueden relacionar a enfermedades más comunes como asma, bronquitis crónica, neumonía y estados de estrés. De ahí la importancia de llegar a un diagnóstico adecuado.
Diagnóstico de HAP
Para identificar hipertensión arterial pulmonar se debe hacer una prueba que evalúa las características del corazón llamada ecocardiograma. Esta ecografía del corazón es muy importante, al igual que la Tomografía Computarizada (TAC), en el pulmón. Estas pruebas permiten descartar enfermedades cardíacas o pulmonares múltiples y orientar al médico.
Para confirmar definitivamente el diagnóstico se debe realizar una segunda prueba denominada cateterismo cardiaco derecho. El médico tratante, inclusive, deberá estudiar posibles causas hereditaria de HAP.
¿Existe cura para esta enfermedad?
Aunque en la actualidad no hay cura, gracias al compromiso de la comunidad científica y el desarrollo de los últimos años esta enfermedad puede ser tratada.
Existen varios tratamientos que ayudan a detener la progresión de la hipertensión arterial pulmonar ofreciendo una mejor calidad de vida y salud.
Desde medicamentos de administración oral hasta aquellos que deben administrarse a través de una bomba de infusión continua conectada a un catéter central.
Alrededor del mundo se ha reportado que quienes padecen HAP pueden ver afectadas funcionalidades que les permiten llevar a cabo sus rutinas diarias.
Esto puede limitar el desarrollo productivo de la persona e impacta de manera negativa su entorno económico y emocional. Por eso es importante recordar que es necesario hacer un llamado a la acción para mejorar el diagnóstico de esta enfermedad.