Trabajadores y estudiantes tokiotas se mezclan a diario con turistas en uno de los puntos de encuentro más concurridos de Tokio y uno de los monumentos más visitados de la ciudad: la estatua del perro Hachiko en la estación de Shibuya, donde el animal cumpliría hoy 100 años esperando a su dueño.
Conocido mundialmente como “el perro fiel” por esperar cada día en la estación a su amo, Hidesaburo Ueno (1872-1925), a su llegada del trabajo, incluso después de que él muriera, Hachiko, de raza Akita y color crema, está inmortalizado muy cerca del famoso cruce de Shibuya en una figura de bronce, obra del escultor Takeshi Ando y alzada en 1948.
Lea también:
- Bianca lleva días esperando a su dueña fallecida en la puerta de un negocio
- El maltrato animal incide en la agresividad de los perros
Sin embargo, esta es una segunda estatua: la primera fue construida por el padre de Takeshi Ando, el escultor Teru Ando, en 1934, pero tuvo que ser retirada durante la Segunda Guerra Mundial en el marco de los esfuerzos de las autoridades niponas por recopilar todo el metal disponible en el país para producir armas.
Se dice que Hachiko, nacido en la ciudad japonesa de Odate el 10 de noviembre de 1923 y cuyo nombre le fue dado por la similitud de sus patas delanteras, que estaban torcidas, con el ‘kanji’ japonés usado para el número ocho (八), pronunciado ‘hachi’, presenció la inauguración de esa primera estatua.
Hachiko, una historia de fidelidad
Una de las tardes en las que Hachiko esperaba que Ueno regresara de impartir clases en el Departamento de Agricultura de la Universidad de Tokio, el profesor no llegó, pues había fallecido a causa de una hemorragia cerebral.
Su mascota, que no perdió la esperanza de volver a verlo, siguió yendo a esperarlo cada día a la misma hora y al mismo lugar durante los siguientes casi diez años, convirtiéndose en una figura conocida y apreciada en todo el barrio de Shibuya hasta que falleció en 1935.
La importancia de la historia de Hachiko y, en general, de los perros Akita en Japón se evidencia con el hecho de que el Museo de Naturaleza y Ciencia de Tokio conserva en exposición su cuerpo disecado.
La fama mundial de este perro llegó después de que su historia fuera llevada al cine en 2009 con la película “Siempre a tu lado, Hachiko”, protagonizada por el actor estadounidense Richard Gere. (EFE)