Hablar sobre el suicidio y buscar atención profesional puede evitar las muertes

Por Redacción Transmedia Digital |

La falta de trabajo, la muerte de un ser querido, un aborto y una ruptura amorosa llevaron a Cristina, de 34 años, a atentar contra su vida en este 2023. El peso de la culpa, la depresión y el vacío que sentía nunca fueron tema de conversación con sus amigos o familiares.

Una noche tomó un cóctel de pastillas que la dejó adormecida en su departamento, en el sur de Quito. Su familia intervino a tiempo y evitaron el suicidio.

En la actualidad Cristina va a terapia una vez por semana y poco a poco sale de la depresión en la que estaba sumida. Esta enfermedad mental es una de las principales causas de suicidio en el país, sostiene Verónica Vélez, psiquiatra del Hospital Especializado Julio Endara. Le siguen otras patologías como el consumo de sustancias psicotrópicas y los trastornos de personalidad.

Este domingo 10 de septiembre de 2023 se conmemora el Día Internacional de la Prevención del Suicidio. Por ello se resalta la necesidad de buscar ayuda profesional para abordar las emociones negativas que puede enfrentar el ser humano.

La especialista Vélez señala que el método más común para quitarse la vida es la ingesta de alimentos, plaguicidas, envenenamientos y ahorcamientos. Explica que en el país, el suicidio consumado es más frecuente en hombres adultos de entre 25 y 50 años, debido a que “utilizan métodos más letales”. Mientras, en las mujeres son más comunes los intentos autolíticos.

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De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el suicidio es una de las principales causas de mortalidad a nivel mundial. La cifra supera a enfermedades como el VIH, la malaria y el cáncer de mama.

Por su parte, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) señala que, anualmente, más de 700 mil personas pierden la vida a causa de numerosos intentos de suicidio. Esto equivale a una muerte cada 40 segundos.

En Ecuador, en lo que va del año, el ECU-911 atendió 499 intentos de suicidio a escala nacional. Las provincias en las que más casos se reportan son Guayaquil, Ambato, Quito y Riobamba.

Para María Victoria Félix, psicóloga del Hospital de los Valles, el suicidio es un fenómeno que abarca componentes biológicos, psicológicos, sociológicos, filosóficos y morales. Por tanto es esencial enfocar los esfuerzos de prevención para abordar estas diversas necesidades.

Hablar no fomenta el suicidio

“Si exteriorizaba todo lo que sentía, quizá no habría ingerido las pastillas ese día”, dice Cristina. Ella nunca consideró la opción de hablar sobre lo que sentía porque creía que no era importante. Sin embargo, la doctora Vélez enfatiza que hablar del suicidio no fomentará su cometimiento. Al contrario, puede prevenir que más personas se quiten la vida.

En la actualidad, indica, las personas toman más consciencia sobre la importancia de la salud mental. “Antes creíamos que las enfermedades mentales estaban ligadas con la voluntad. Pensábamos que era cuestión de poner ganas, ánimo, actitud positiva”.

Ahora se entiende que se trata de un problema que tiene explicación física, lógica, fisiológica, química, como cualquier otro tipo de enfermedad, agrega.

El Estado aplica estrategias de prevención del suicidio que tienen que ver con la atención temprana y oportuna, sobre todo a los grupos más vulnerables.

Vélez precisa que el grupo etario infanto-juvenil (12 a 19 años) es uno de los más propensos al suicidio. Con ellos, la idea es educar a los miembros del núcleo familiar en las formas de manejar a una persona con riesgo suicida.

A apropósito del Día Internacional de la Prevención del Suicidio, Félix dice que la lucha contra el mismo es un esfuerzo colectivo que requiere comprensión social, conversaciones abiertas y un sólido sistema de apoyo.

Acceder a atención en salud mental, una cuestión de suerte

Conseguir un turno para acceder a una consulta en el área de salud mental en el sistema público de Ecuador es una cuestión de suerte. Quienes buscan citas por medio del call center del Ministerio de Salud Pública (MSP) deben esperar por meses.

Pese a ello, la Cartera de Estado dice que las consultas en salud mental se duplicaron, sobre todo en el caso de los adultos mayores. En el 2019 se atendía al 17% de las solicitudes y en este 2023 se llegó al 35%. En el caso de los jóvenes se pasó del 28% al 45% en el mismo período.

La próxima estrategia estatal consiste en incrementar el número de médicos psicólogos y psiquiatras, sobre todo en los primeros niveles de atención. Con eso se espera cubrir a más pacientes y alcanzar el rango de personal que se necesita de acuerdo con la población del país.

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