Tienen que quedarse callados, caso contrario los matan. Así es como los habitantes de Durán viven el día a día, en medio de amenazas.
Es que la delincuencia en este vecino cantón de Guayaquil crece y gana espacio a pasos agigantados.
«No puedo decir nada, más adelante están los manes y nos matan si digo algo». Ese fue el mensaje de uno de los moradores.
Es que las mafias son las que se pasean campantes y sin problemas por Durán. Además, si son detenidos, al poco tiempo quedan libres gracias a las leyes que los benefician.
Y las víctimas de delincuentes muchas veces evitan identificar a los antisociales en procesos judiciales. Evidentemente por intimidación.
La Policía Nacional considera que hace lo mejor que puede, pero «las leyes ecuatorianas brindan un poco más de derechos a los infractores de la ley que a las víctimas», afirma uno de los gendarmes.
En el video le contamos uno de los tantos casos en que peligrosos antisociales quedaron libres tras decisiones judiciales.
Este es solo uno de los ejemplos que evidencian que la delincuencia gana espacio y el ciudadano que da a merced de las balas.
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