Gwyneth Paltrow, acusada de ‘charlatana’ por su vela con olor a vagina

Una vez agotadas todas la velas con ‘olor a vagina’, su creadora Gwyneth Paltrow esta semana ha sido acusada de ‘charlatana’ por vender tal producto solo con el afán de ‘entretener’, mas no el de ‘ofrecer un consejo médico’, como sostuvo la actriz.

  • La vela con aroma a su vagina se comercializó dentro de la colección de productos de su empresa de bienestar, Goop, y agotó las existentes a las pocas horas de su lanzamiento.

Con esta premisa, Simon Stevens, director del Servicio Nacional de Salud Británico, hizo una reflexión sobre los dudosos productos y los denominó como ‘dudosos productos de bienestar y los raros procedimientos”.

Según él, el principal objetivo de sus productos es el de “entretener” y no el de “ofrecer consejo médico”, por lo que ha descrito a la intérprete como una “charlatana”.

El especialista salud no solo hizo referencia a las velas aromáticas, también a otros productos que se pueden obtener en la empresa de Paltrow,  como la combinación de vapor de artemisa y luz infrarroja con la que anima a las mujeres a asear sus partes íntimas.

  • También criticó un supuesto irrigador de colon que afirma ser “un aparato destinado a la aplicación de enemas de café para aliviar la depresión, el dolor severo, la tensión nerviosa, la confusión y los síntomas de alergia”.

Por lo pronto, la empresa ni la actriz estadunidense, de 47 años, no han dado respondido acerca de estas declaraciones, sin embargo, se sabe la organización anunció que harían más velas para todos aquellos que se hubiesen quedado con las ganas.

Las velas con olor a la vagina de Paltrow se vendieron por un costo de 75 dólares y se presentaron como “un aroma divertido, hermoso, sexy y maravillosamente inesperado”. Por supuesto, la actriz confesó, durante una entrevista con “Late Night With Seth Meyers”, que estaba drogada cuando se le ocurrió la idea de las velas. El nombre del producto les pareció gracioso porque “era un poco punk rock”, pero que después sintió un “cierto grado de vergüenza” y decidió cambiar el nombre por el de “vela subversiva”.

Fuente: ABC.es/ConSalud