Unos centenares de manifestantes contrarios al aborto se congregaron este lunes en la Plaza de Mayo de Buenos Aires para repudiar el proyecto de ley de interrupción voluntaria del embarazo que se debatirá el martes en el Senado.
Los manifestantes les pidieron a los senadores argentinos, desde un estrado a unos pocos metros de la Catedral de Buenos Aires, que voten en contra de la ley para defender lo que ellos denominan «las dos vidas», la de la madre y la del feto.
Cargados con banderas argentinas y enseñas celestes, los autodenominados «provida» se congregaron a apenas cien metros de la Casa Rosada, sede del Gobierno argentino, que impulsó el proyecto de ley del aborto.
Se trata de un primer esfuerzo de cara a la concentración que se prevé mañana a las puertas del Congreso, tanto desde su sector como del que apoya la ley.
En caso de que el Senado argentino valide la ley por mayoría simple, esta quedará aprobada de manera definitiva debido a que ya cuenta con el ‘sí’ de la Cámara de Diputados, que la aprobó el pasado 11 de diciembre.
En esta ocasión, la votación se prevé todavía más reñida de lo que lo fue la de la Cámara de Diputados, y los senadores que aún no han desvelado el sentido de su voto pueden desnivelar la balanza hacia el lado de la llamada «marea verde», favorable al aborto, o del lado celeste, color identificativo de los contrarios al aborto.
El aborto legal, seguro y gratuito es una reivindicación histórica de los grupos feministas, y si bien se presentaron proyectos en varias ocasiones, no fue hasta 2018 que se debatió por primera vez en el Parlamento.
Esta vez, una de las diferencias fundamentales es que el proyecto llega directamente elaborado por el Gobierno y no por una organización civil, como ocurrió hace dos años, por lo que de ser sancionado sería un éxito del oficialismo, a pesar de que el aborto genera diferencias en el seno de los principales grupos políticos.
Argentina cuenta con una ley de interrupción legal del embarazo que data de 1921 y que permite el aborto en casos de malformación del feto y de violación. EFE