Un grupo de ultranacionalistas israelíes aseguró que seguirá adelante con sus planes de realizar el miércoles más tarde una marcha con banderas por zonas del casco viejo de Jerusalén, donde la mayoría de la población es palestina, pese a una orden policial que prohibió el evento. El desfile fue uno de los desencadenantes de la guerra del año pasado entre Israel y Gaza.
En un indicio de las tensiones elevadas, un pequeño grupo de manifestantes palestinos arrojaron piedras a la policía cuando cientos de visitantes judíos entraban en el recinto de la Mezquita de Al Aqsa, que los judíos conocen como Monte del Templo.
El santuario en lo alto de una colina es el tercer lugar más sagrado del islam y mientras que para los judíos es el lugar más venerado y el lugar donde se alzaron dos templos en la antigüedad. Es el corazón del conflicto entre israelíes y palestinos y una fuente de fricciones decisiva en brotes de violencia anteriores.
PROYECTILES
Imágenes grabadas por personas en el lugar parecían mostrar a la policía empleando proyectiles con punta de plástico que pretenden ser no letales, mientras los manifestantes se atrincheraban en la mezquita.
Una bomba incendiaria lanzada por uno de los manifestantes prendió fuego a una alfombra fuera de la mezquita, aunque las llamas se apagaron con rapidez, según la policía. No se reportaron heridos.
La policía israelí dijo que había hecho un gran despliegue en la zona histórica de la ciudad, donde hay lugares venerados por judíos, cristianos y musulmanes, por temor a que las confrontaciones pudieran avivar un ambiente ya tenso en la ciudad durante las celebraciones judías de la Pascua y el mes sagrado islámico del Ramadán.
Grupos armados palestinos dijeron el martes que subían “el estado de alerta general” y advirtieron que el desfile en Jerusalén no se celebrara.
“En este momento la policía no autoriza la marcha de protesta en el formato solicitado”, anunció la policía en un comunicado, sin entrar en detalles. No fue posible contactar con un vocero para pedir comentarios el miércoles sobre si la marcha se prohibiría en su totalidad o solamente la ruta propuesta a través de la Puerta de Damasco.
FRANJA DE GAZA
En una situación parecida en mayo pasado, milicianos palestinos en la Franja de Gaza lanzaron cohetes hacia Jerusalén mientras nacionalistas israelíes marchaban con banderas por la zona antigua. El incidente dio pie a una guerra de 11 días entre Israel y el grupo armado Hamas, que gobierna Gaza.
Las tensiones entre israelíes y palestinos han subido en las últimas semanas tras una serie de ataques dentro de Israel, que se vieron seguidos por operaciones militares en Cisjordania. Milicianos palestinos lanzaron el lunes un cohete desde la Franja de Gaza al sur de Israel por primera vez en meses, e Israel respondió con ataques aéreos. La policía israelí y grupos de palestinos han chocado durante los últimos días en un disputado lugar de culto en Jerusalén.
Noam Nisan, uno de los organizadores de la marcha, dijo a la radio pública Kan que seguirían adelante con sus planes del miércoles. “Un judío con una bandera en Jerusalén no es una provocación”, dijo.
La manifestación, afirmó, es una respuesta a los ataques con piedras contra varios autobuses esta semana que llevaban gente al Muro de las Lamentaciones, el lugar más sagrado donde pueden orar los judíos y que se encuentra en el casco antiguo de Jerusalén