Cientos de empleados del gremio de moteles protestaron este jueves frente a la Alcaldía de Cali, principal ciudad del suroeste de Colombia, para exigirle al Gobierno que autorice la reapertura de 900 establecimientos que tuvieron que cerrar hace cuatro meses por la pandemia del coronavirus.
El parón laboral por la cuarentena obligatoria, vigente desde el 25 de marzo, ha dejado sin ingresos a los trabajadores de este sector en el departamento del Valle del Cauca, del que Cali es capital, y obligó a algunos negocios a cerrar para siempre.
Por la situación, el gremio organizó un plantón para pedirle a las autoridades que aprueben el regreso de las actividades que realizaban cientos de empleados del sector, que incluye entre sus establecimientos aparta-hoteles, moteles, amoblados y residencias.
«Hicimos un llamado a este plantón porque queremos decirle a la alcaldía y al presidente (Iván Duque) que nosotros somos un gremio importante y que necesitamos trabajar», dijo a Efe Marcela Aldana, una de las manifestantes.
Según Aldana, desde que empezó la contingencia los trabajadores tienen sus «contratos en suspensión temporal», lo que ha dejado sin empleo principalmente a «madres cabezas de hogar que responden por familias de tres a cuatro personas».
TRABAJO PARA COMER
Con mascarillas y guardando el distanciamiento físico, los protestantes levantaron pancartas en la que había escritas frases como «necesitamos trabajar para comer».
Los manifestantes explicaron a Efe que la apertura del sector es viable porque los moteles y demás establecimientos siempre han cumplido con medidas de bioseguridad como los que el Gobierno ha impuesto a otros gremios económicos para que regresen a sus actividades.
«Nuestros protocolos ya fueron expuestos, corregidos y han sido aprobados por el gobierno local. Lo que estábamos esperando era el lineamiento con el Gobierno nacional y ayer el Ministerio de Salud sacó una resolución donde nos avala la posible reapertura de la actividad», dijo a Efe Nelson Lourido, presidente del gremio.
Lourido y los demás manifestantes reclamaron al Gobierno nacional ayudas para un sector del que dependen económicamente miles de familias en todo el departamento y pidieron a la Alcaldía de Cali evaluar la resolución del Ministerio de Salud para poder abrir nuevamente sus establecimientos.
«Esperamos poder hacer nuestra pronta reapertura acatando los protocolos de bioseguridad a su 100 % para garantizarle a nuestros clientes que están protegidos», agregó Lourido.
SITUACIÓN CAÓTICA PARA LOS MOTELES
El dirigente gremial aseguró que «la situación ha sido caótica» y empeora cada día, por lo que algunos establecimientos han tenido que cerrar definitivamente mientras que otros han despedido a sus empleados.
«No tenemos ayuda del Gobierno porque no hemos salido en ningún subsidio y estamos haciendo un llamado para que nos dejen abrir. Nosotros siempre hemos manejado protocolos de bioseguridad tanto en el tema de la desinfección de las habitaciones como el lavado de las ropas», agregó Aldana.
La tasa de desempleo en Colombia fue de 19,8 % en junio pasado y en el país habían 4,5 millones de personas desocupadas, según informó este jueves el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE).
«Están en juego muchos empleos. Todos tenemos derecho al trabajo y es lo que estamos pidiendo: trabajar de una forma segura», agregó Aldana quien aseguró que durante este tiempo lo único que ha podido hacer es «esperar» y apoyar a la empresa en la que labora porque esta «tampoco está recibiendo ingresos».
«Ni las empresas aguantan más tiempo cerradas ni nosotros aguantamos más tiempo sin trabajar porque los bancos vuelven a cobrar todo normal, todo sigue creciendo y no vamos a tener cómo pagar», subrayó la mujer. EFE