«A todas las familias que han sufrido tanto, lo siento», dijo Javid Sajid, ministro de Sanidad del Reino Unido, como parte del pedido de disculpas por la muerte de 201 recién nacidos y de nueve madres.
Las pérdidas podrían haberse evitado en los hospitales del proveedor de servicios médicos Shrewsbury and Telford Hospital NHS Trust.
«En lugar de momentos de alegría y de felicidad para estas familias, su experiencia de atención materna fue de tragedia y angustia, sintiéndose los efectos de estos fracasos en familias, comunidades y generaciones […] que fueron víctimas de un servicio que estaba ahí para ayudarles», declaró el ministro.
¿Cómo se descubrió la negligencia?
El escándalo fue destapado en toda su magnitud a raíz de la reciente publicación de un informe independiente que analizó las experiencias de casi 1.500 familias, desde 2000 hasta 2019.
El documento contiene 250 páginas, en las que se detalla diagnósticos de recién nacidos con cráneos fracturados, huesos rotos y problemas cerebrales derivados de la falta de oxígeno en el momento del parto.
Y añade que, de haber una buena atención, los 201 bebés habrían sobrevivido.
Nueve madres también perdieron la vida debido a negligencias por parte de los profesionales de la salud, mientras que otras se vieron obligadas a dar a luz de forma natural cuando se les deberían haber ofrecido una cesárea.
El reporte también encontró fallos «significativos» en el 40 % de los 498 casos de mortinatos estudiados, pues el hospital no llevó a cabo ninguna investigación interna sobre las causas de las muertes.
Javid aseguró que el Gobierno ha aceptado «todas las recomendaciones» del informe y que el Shrewsbury and Telford Hospital NHS Trust ya las está aplicando.