El doctor Philip Peven, ginecólogo de 40 años de trayectoria, reconoció haber usado su propio esperma para inseminar a cientos de mujeres sin su consentimiento, en Estados Unidos.
Según The Sun, al médico se le atribuye el nacimiento de alrededor de 9 000 bebés a lo largo de su carrera en Detroit, Michigan. El ginecólogo admitió este hecho a una de sus supuestas hijas, Jaime Hall.
La mujer contó que Pavel le explicó que había usado su propio esperma para engendrar una multitud de bebés, tanto como donante de esperma a finales de los 40 como en su práctica médica como un obstetra-ginecólogo en Detroit.
Además, indicó que se le ha asignado hasta cinco medios hermanos en el sitio web 23andMe, desde que envió su prueba de ADN. Sin embargo, cree que podría haber cientos de hermanos.
“Todos nacimos en el mismo hospital, todos nuestros certificados de nacimiento muestran a Peven como nuestro ginecólogo, no como nuestro padre”, sostuvo Hall.
COMO UN CUENTO DE HADAS
Hall, que ahora tiene 61 años y vive en Traverse City (Michigan), no tenía motivos para dudar de su ascendencia hasta que en 2008 una de sus hermanastras les dijo a ella y a su hermana Lynn que el hombre que las había criado no era su padre biológico.
A principios de los años 50, sus padres visitaron a Peven en el Grace Hospital en Detroit en busca de ayuda para concebir. Y en 1956, su madre dio a luz a la hermana mayor de Hall, Lynn, y en 1959 dio a luz a Hall. Ambos bebés fueron entregados por Peven.
Respecto a esta situación Peven de 104 años que vive en Southfield, dijo «nunca pensé que esto sería posible. Es como un cuento de hadas, ¿no? Mi hija cree que podría haber sido padre de miles de hijos».
No obstante, Hall y Lynn dijeron sentirse tranquilas con toda la experiencia. “No lo veo de forma negativa. Estas mujeres, incluida mi madre, acudieron a él desesperadas y les dio algo que todas querían”, dijo Hall.
“No existía la misma regulación entonces que ahora. Realmente creo que estaba tratando de ayudar a la gente y sin él, no estaría vivo hoy «, añadió.