El exfutbolista ecuatoriano Frickson Erazo reclamó en redes sociales el pasado jueves mantener escoltas del Estado para preservar su seguridad después de haber dimitido como gobernador (delegado del Gobierno) en la provincia de Esmeraldas, una de las más violentas del país, donde su domicilio fue víctima de ataques.
En un mensaje publicado en redes sociales, Erazo denunció haberse quedado sin custodia policial y responsabilizó al Estado de cualquier atentado contra su integridad, lo que sirvió para que la Policía repusiese escoltas para el exjugador pocas horas después.
«¿Hasta qué punto es coherente que el Estado deje sin custodio a funcionarios que hemos combatido el crimen organizado de frente en las provincias más conflictivas del país?», se preguntaba Erazo.
Tras conocer que la Policía dispuso que se le siga dando protección, Erazo agradeció la rectificación y señaló que «no es capricho».
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«Los que hemos tomado decisiones valientes para combatir la criminalidad en busca de la paz ciudadana seguiremos expuestos aún después de haber ejercido nuestras funciones«, apuntó Erazo, que en su carrera deportiva jugó con la selección ecuatoriana.
Esmeraldas, provincia de la costa norte de Ecuador fronteriza con Colombia, es junto a la costera Guayas una de las zonas más golpeadas del país por la ola de violencia sin precedentes que se vive a nivel nacional, a causa de las mafias del narcotráfico y el crimen organizado.
Son numerosas las autoridades locales y políticos que han sido asesinados en esta escalada de violencia durante los últimos meses como el candidato presidencial Fernando Villavicencio o el alcalde de Manta Agustín Intriago.
Esta situación ha hecho que los homicidios se hayan disparado en los últimos cinco años en Ecuador, que pasó de 5,8 por cada 100.000 habitantes a 25,62 muertes violentas, la cifra más alta desde que se tiene registro y que puede llegar a 40 en este 2023, según expertos en seguridad, lo que le situaría como uno de los países más violentos de Latinoamérica.
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