El Gobierno francés contempla que los cines del país puedan reabrir sus salas a principios de julio. Esto es más de tres meses después de que el confinamiento iniciado el 17 de marzo obligara a cerrar los cerca de 2.000 que hay en Francia.
«Barajamos una apertura a partir del 1 de julio o a principios de julio. Las salas deben abrir al mismo tiempo para amortizar el coste de la distribución», dijo este martes el ministro de Cultura, Franck Riester.
Aunque la desescalada comenzó en Francia el 11 de mayo, cines y teatros no han podido retomar aún su actividad. Esperan la decisión oficial del Ejecutivo, que prevé anunciar este jueves nuevas medidas que contribuyan a una vuelta progresiva a la normalidad.
El presidente de la Federación de Cines Franceses, Richard Patry, indicó que las pérdidas que afronta su sector se elevan a unos 330 millones de dólares.
Según sus cálculos, en 2020 la asistencia se va a reducir a la mitad respecto a 2019, hasta los entre 120 y 130 millones de espectadores.
Se necesita ayuda
«Si el Gobierno no hace anular los alquileres, la mayor parte de las salas cerrarán», advirtió Patry. Reconoció, además, que la prioridad de la reapertura será garantizar las condiciones sanitarias necesarias. Pero también prevé lanzar una buena campaña de comunicación para atraer a los espectadores y una cartelera atractiva.
Respecto a los rodajes, el ministro añadió que para que puedan reanudarse los productores deben estar protegidos.
Ese es el objetivo del fondo público de indemnización anunciado este lunes por el Centro Nacional Cinematográfico (CNC), que el Estado ha dotado con 50 millones de euros (unos 55 millones de dólares) y estará operativo a partir de junio para garantizar los riesgos ligados a la COVID-19.
El pasado 6 de mayo, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, había prometido un fondo de indemnización temporal.
Asimismo, señaló que se prolongarán hasta agosto de 2021 los derechos de desempleo de los «intermitentes» del espectáculo, trabajadores artísticos que no tienen un trabajo fijo. EFE