César Suárez, el fiscal asesinado este miércoles en Ecuador llevaba casos como el de la toma del canal de televisión ocurrido el 9 de enero. Según un familiar del magistrado, no contaba con resguardo policial.
Desde la puerta de la morgue a donde fue trasladado el cadáver, la mujer confirmó que Suárez no contaba con escolta pese a haber estado a cargo recientemente de interrogar a los 13 detenidos que irrumpieron armados en el canal TC Televisión durante una emisión en vivo y que mantuvieron durante varias horas a sus trabajadores secuestrados.
Lea también:
- Detenidos dos sospechosos del asesinato del fiscal César Suárez
- Asesinan en Guayaquil a fiscal César Suárez
La mujer afirmó en declaraciones a periodistas que a Suárez «lo vendieron«. Señaló que instantes antes del asesinato recibió una llamada de urgencia para trasladarse a un punto que no quiso revelar.
«Lo sacan con engaños para segar su vida», comentó la mujer mientras esperaba noticias de su familiar. El hombre fue acribillado a tiros por presuntos sicarios en un sector del norte de Guayaquil.
«Pido justicia, es un fiscal que solo aportaba cosas buenas a esta sociedad queriendo buscar justicia, investigando casos muy importantes, como el de TC Televisión», añadió.
La familiar de Suárez solicitó al presidente de Ecuador, Daniel Noboa, que investigue y que no cese (en su ‘guerra interna‘ declarada contra) las bandas delictivas de este país.
El asesinato del fiscal se produjo en medio del estado de excepción decretado por Noboa. El Mandatario planteó un «conflicto armado interno» a 22 bandas criminales, dedicadas principalmente al narcotráfico. Las identifico como grupos terroristas y actores beligerantes no estatales que deben ser neutralizados por las fuerzas del orden.
Conflicto armado interno
Noboa declaró la «guerra» al crimen organizado tras la oleada de atentados y acciones violentas sucedidas durante la pasada semana y atribuidas a estas bandas. Incluyendo el secuestro de policías, artefactos explosivos, motines en cárceles con unos 200 rehenes ya liberados y la mencionada toma del canal de televisión.
Los hechos se suscitaron cuando Noboa se disponía a poner en marcha un plan de «mano dura» para recuperar el control de las cárceles. Muchas de ellas dominadas por bandas del crimen organizado donde, desde 2020, han sido asesinados más de 450 presos en una serie de masacres carcelarias.
Esa violencia se ha trasladado a las calles, donde en los últimos años Ecuador ha escalado hasta situarse como uno de los países más violentos del mundo. El país suma alrededor de 45 homicidios intencionales por cada 100 000 habitantes en 2023. Mismo año en el que fue asesinado el candidato presidencial Fernando Villavicencio.
Pese a que la situación se había calmado y los ecuatorianos buscaban recuperar la normalidad, este martes fue asesinado un agente de prisiones en la amazónica provincia de Sucumbíos. Y al día siguiente se suscitó el crimen del fiscal César Suárez. (EFE)