Este miércoles será posesionada María Alejandra Muñoz como la nueva vicepresidenta del Ecuador. Felipe Burbano analiza el panorama alrededor de este momento político en Ecuador.
Se trata de la cuarta persona en el cargo de vicepresidente de la República en el período gubernamental de Lenín Moreno.
Para el analista político Felipe Burbano, este hecho demuestra la inestabilidad y debilidad de la figura vicepresidencial en el gobierno actual.
«Esto muestra la discontinuidad dentro de una institución que es clave dentro del régimen político ecuatoriano y el sistema institucional de la democracia», indicó.
«La trayectoria errática del Gobierno en la vicepresidencia muestra también su trayectoria errática en estos cuatro años. Si uno ve las distintas figuras que pasaron por la vicepresidencia, se revela falta de claridad y capacidad del Gobierno para definir con objetividad a donde se mueve», agregó.
Respecto a la relación de Sonnenholzner con el gobierno, considera que se evidenció un malestar del exvicepresidente por las críticas hacia su desempeño.
Sin embargo, resalta que Sonnenholzner tuvo méritos y ganó credibilidad a pesar de la gestión del gobierno en los temas más importantes del país.
«Al final de su gestión, a pesar de la poca imagen y credibilidad que tiene el Gobierno, parece que fue una conquista fruto del esfuerzo que (Sonnenholzner) desplegó en el momento más crítico de la pandemia», resalta.
Sobre los retos que tiene la nueva vicepresidenta, María Alejandra Muñoz, Felipe Burbano considera que debe fortalecer los objetivos que Moreno planteó el pasado 24 de Mayo.
«Empleo, salud, sostener la dolarización y luchar contra la corrupción es la agenda, bastante discreta pero concreta. La vicepresidenta debería contribuir en esa línea, a fortalecer el cumplimento de estos objetivos».