Desde 2018, el Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) ha sido llamado en cuatro ocasiones por las autoridades ecuatorianas para solicitar su ayuda en investigaciones por crímenes locales.
La mayoría de estos crímenes estarían relacionados con organizaciones narcodelictivas. La última llamada de asistencia al FBI fue por el asesinato de Fernando Villavicencio ocurrido el pasado 9 de agosto.
Los otros casos se remontan a enero del 2018 tras la explosión de un coche bomba cerca de un cuartel policial en la localidad de San Lorenzo, en el provincia de Esmeraldas.
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También fueron llamados tras el asesinato del equipo periodístico de diario El Comercio, donde enviaron un equipo especial para investigar este hecho suscitado en la frontera colombo-ecuatoriana en la provincia de Esmeraldas.
Otro de los llamados se efectuó en 2022 tras una gran explosión en la Calle 8, del barrio Cristo del Consuelo, en Guayaquil. Este hecho dejó como saldo cinco personas fallecidas, 17 heridas y 18 casas afectadas.
En este caso los agentes del FBI concluyeron que se trató de una bomba con base de nitrato de amonio, un fertilizante usado para bombas caseras.
Luego de estos hechos las autoridades ecuatorianas decidieron llamar en mayo del 2023 esta vez para capacitar a 1 700 agentes de la Policía Nacional en técnicas antiterroristas.
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