Esta familia ecuatoriana no concibe la vida sin volar. Este se ha convertido en uno de los legados del Coronel Edgar Narváez para sus hijas.
Como lo que se hereda no se hurta, la mayor de ellas, Nadya hizo su primer salto en tándem cuando tenía apenas seis años, actualmente es instructora y ha logrado mucho reconocimiento a nivel internacional por su desempeño en el aire.
Ellos nos cuentan por qué esta pasión por las alturas los ha unido más y cómo se convirtieron en una familia de paracaidistas.