Investigadores han descubierto una relación entre la acumulación de hierro en la capa externa del cerebro y el deterioro cognitivo en personas con alzhéimer.
Esto daría opción a un potencial tratamiento que reduzca los niveles de ese mineral, según un estudio publicado este martes en la revista Radiology.
Para la investigación, los científicos utilizaron un escáner de resonancia magnética 3T .
Este equipo les permitió el mejor término medio entre la resolución y el tiempo de exploración.
Asimismo, emplearon un sistema de resonancia magnética para investigar los niveles de referencia de hierro en el cerebro de 100 personas con la enfermedad y de otras 100 con controles sanos, detalla la publicación de la Sociedad Radiológica de Norteamérica.
También se sometió a 56 de las personas con alzhéimer a pruebas neuropsicológicas y a resonancia magnética cerebral con un seguimiento promedio de 17 meses.
«Encontramos indicios de mayores depósitos de hierro en la materia gris profunda y la neocorteza total y, localmente, en los lóbulos temporales y occipitales en pacientes con enfermedad de Alzhéimer en comparación con individuos sanos de la misma edad», explicó el coautor del estudio Reinhold Schmidt.
Capa de hierro
Los investigadores lograron crear un mapa del hierro en el cerebro, al determinar los niveles según sus partes.
Entre las partes están los lóbulos temporales y los occipitales o en las áreas que se encuentran debajo de las sienes.
El estudio indicó que la acumulación de hierro en el cerebro se asoció con el deterioro cognitivo, independientemente de la pérdida de volumen del cerebro.
Mientras, los cambios en los niveles de ese mineral en los lóbulos temporales se correlacionaron con el deterioro cognitivo en individuos con alzhéimer.
«Todos estos resultados coinciden con la opinión de que altas concentraciones de hierro promueven significativamente el depósito de beta amiloide y la neurotoxicidad en la enfermedad de Alzhéimer», agregó Schmidt, quien es presidente del Departamento de Neurología de la Universidad Médica de Graz, en Austria.
La beta amiloide es una proteína que se agrupa en el cerebro de las personas con alzhéimer.
La proteína forma placas que se acumulan entre las neuronas e interrumpen la función celular.
Los depósitos de hierro se correlacionan con esta proteína.
Schmidt señaló que este estudio respalda la hipótesis del efecto de una homeostasis (autorregulación) de hierro alterada en la enfermedad.
Esto apunta que el uso de quelantes (medicamentos que permiten extraer metales del cuerpo) en ensayos clínicos podría ser un tratamiento «prometedor».