Estudio devela el impacto de los humanos en el Himalaya

Los seres humanos alteraron uno de los picos más altos del Himalaya cientos de años antes de que pudieran poner un pie en la zona, según un estudio que apunta que los subproductos de la quema de carbón en Europa a finales del siglo XVIII pudieron haber viajado hasta allí.

Los investigadores analizaron en concreto el glaciar Dasuopu en el Himalaya central y constataron que el uso de la combustión de carbón en la Revolución Industrial comenzó a provocar emisiones que creen que fueron transportadas por los vientos hasta el Himalaya.

Los resultados se publican en la revista PNAS, en un artículo que lideran científicos de la Universidad Estatal de Ohio.

Los datos son fruto de un estudio mayor de un equipo internacional que viajó a Dasuopu en 1997 para perforar núcleos de hielo del glaciar, análisis que proporcionaron un registro de las nevadas, la circulación atmosférica y otros cambios ambientales a lo largo del tiempo.

Dasuopu, a 7200 metros sobre el nivel del mar, es el sitio de mayor altitud en el mundo donde los científicos han obtenido un registro climático de un núcleo de hielo, informa la Universidad Estatal de Ohio en una nota de prensa, que recuerda que este glaciar se encuentra en Shishapangma, una de las 14 montañas más altas del mundo.

Los núcleos de hielo operan como una especie de línea temporal ya que muestran la formación de nuevo hielo en capas en el glaciar y a lo largo del tiempo.

Esto posibilita que los investigadores puedan decir casi el año preciso en que se formó una capa del glaciar, debido a pistas ambientales como la nieve caída, desastres naturales o aquellos causados por el hombre.

El hielo que los investigadores evaluaron para este trabajo se formó entre 1499 y 1992, según determinó el equipo, cuyo objetivo era ver si la actividad humana había afectado al hielo de alguna manera y, en caso afirmativo, cuándo habían comenzado los efectos.

Su análisis demostró que sí: el equipo encontró niveles más altos que los naturales de varios metales tóxicos, incluyendo cadmio, cromo, níquel y zinc en el hielo a partir de alrededor de 1780, cuando casi comenzaba la Revolución Industrial en el Reino Unido.

Todos esos metales son subproductos de la quema de carbón, una parte clave de la industria a finales del siglo XVIII y a lo largo del XIX y XX.

Los investigadores encontraron que esos metales fueron probablemente transportados por los vientos de invierno, que viajan alrededor del mundo de oeste a este.

También creen que es posible que algunos de los metales, sobre todo el zinc, procedieran de incendios forestales a gran escala, incluidos los que se utilizaron en los siglos XIX y XX para despejar los árboles y dejar sitio a las granjas.

Para Paolo Gabriell, investigador principal del estudio, la contaminación apareció mucho antes de que los humanos escalaran las montañas alrededor de Dasuopu (los primeros escaladores alcanzaron la cima del Monte Everest en 1953; el Shishapangma fue escalado por primera vez en 1964).

En cuanto a los niveles de metales, Gabrielli explica que los encontrados eran más altos que los que existirían naturalmente, pero «no eran lo suficientemente altos como para ser agudamente tóxicos o venenosos».

Sin embargo, en el futuro, la acumulación «podría concentrar los metales del agua de deshielo en niveles tóxicos y peligrosos en los tejidos de los organismos que viven en los ecosistemas bajo el glaciar», concluye. EFE