Unidos en una misma voz, más de 5.000 estudiantes marcharon este martes por las calles del estado mexicano de Puebla para pedir justicia por tres universitarios asesinados este fin de semana, dos de ellos colombianos, en otro atroz crimen que refleja la ola de violencia que vive México.
Estudiantes de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) y de la Universidad Popular Autónoma de Puebla (UPAEP) caminaron juntos. Buscaban ser escuchados porque, alegaron, están cansados de la delincuencia que se vive en el estado y en México, nación que padeció 34.582 asesinatos en 2019, una cifra nunca antes registrada.
La protesta tuvo lugar luego de que este domingo asesinaran a tres estudiantes de Medicina. Dos de ellos eran de origen colombiano y respondían al nombre de Ximena Quijano Hernández, de 25 años, y José Antonio Parada Cerpa, de 22 años, quienes vivían en el estado Puebla en el centro de México, como parte de un intercambio estudiantil.
El tercer estudiante Francisco Javier Tirado, de 22 años, era originario del oriental estado de Veracruz y cursaba Medicina en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP).
El cuarto fallecido es Josué Emanuel N., de 28 años, originario de Puebla y conductor de un vehículo que prestaba servicio de transporte Uber.
Los cadáveres fueron hallados dentro del vehículo del conductor y con señas de tortura.
Por el momento se desconoce cuándo y cómo se llevará a cabo la repatriación de los jóvenes colombianos, si bien se sabe que ya iniciaron los trámites.
Aldair Overa Castillo, estudiante de Medicina, compartió con Efe que la periferia de Puebla -capital del estado del mismo nombre- vive una grave inseguridad que no ha sido atendida por las autoridades.
«La facultad vive una ola de violencia que inició hace tres años. A un compañero lo mataron justo enfrente de la facultad y hace poco encontraron muerte a uno de nuestros compañeros con otros de UPAEP. Somos universitarios y somos médicos, a cada rato tenemos asaltos», apuntó el joven.
Tras denunciar sentirse ignorados por las autoridades, dijeron que hoy fue diferente, y sintieron el apoyo de ciudadanos cansados de vivir con miedo. Y es que el 92,7 % de los habitantes de Puebla se sienten inseguros, según la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) divulgada el 16 de enero por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Durante la marcha, la mayoría de estudiantes llevaban batas blancas pero con manchas de color rojo, simulando sangre.
Aunque muchos ciudadanos no se unieron a la marcha, les mostraron su apoyo con aplausos o levantando el puño en alto.
«¡Somos estudiantes, no somos delincuentes!», «¡Salvamos vidas, no nos las arrebaten!» o «¡Justicia!», fueron algunas de las consignas que se cantaron en la marcha.
María Guadalupe Guzmán, docente de la facultad de Medicina de la BUAP, aseguró a Efe que la inseguridad que se vive en la región está rebasando límites, debido a que la comunidad estudiantil está siendo una de las más atacadas, por lo que es tiempo de que las autoridades se apliquen en mejorar la seguridad.
«Esto ya rebasa la indignación, no puede ser posible que sean estudiantes que egresan o que están estudiando apenas, que sean asaltados en todo momento, que no se puedan defender. (…) No se vale que sean humillados, secuestrados, que las muchachas sean violadas. Ya basta», exclamó la maestra.
Tras la muerte de uno de sus compañeros conductores, decenas de chóferes de Uber decidieron apagar la plataforma por varios minutos y apoyar el grito de justicia de los jóvenes. Y un conductor de Uber que no quiso revelar su nombre aseguró que ellos están protestando porque constantemente padecen hechos delictivos.
«La inseguridad nos está unificando a todos, tanto a los usuarios como a los choferes, yo creo que va a traer la unidad que necesitamos en Puebla, ya que si el Gobierno no puede, nosotros sí vamos a poder hacerlo», subrayó. EFE