Dos estilistas de Springfield (Missouri), que trabajaron mientras tenían COVID-19, no infectaron a los 139 clientes que atendieron a pesar de que tenían síntomas de la enfermedad en ese momento.
Los estilistas trabajaron en la misma peluquería de Great Clips, en Springfield, durante más de una semana, a mediados de mayo.
Todos los clientes y los estilistas usaban cubiertas faciales, y el salón había establecido otras medidas, como el distanciamiento entre las sillas y las citas escalonadas, informó el Departamento de Salud del Condado de Springfield-Greene.
¿POR QUÉ NO CONTAGIARON A NINGÚN CLIENTE?
El Centro de Control y Prevención de Enfermedades de EEUU (CDC, por sus siglas en inglés), recogió el caso para hacer referencia a la importancia del uso de mascarilla para evitar contagios.
Todo comenzó el 12 de mayo, cuando la ‘estilista A’, según la denomina el estudio publicado por el CDC, empezó a desarrollar síntomas respiratorios compatibles con el coronavirus. Continuó trabajando ocho días más, hasta que dio positivo en una prueba PCR y tuvo que dejar temporalmente su trabajo.
Una segunda compañera con la que mantenía contacto en ese salón, ‘la estilista B‘, desarrolló parecidos síntomas tres días después, el 15 de mayo. Pero, del mismo modo, continuó prestando sus servicios durante cinco días más. Y al igual que su compañera, al confirmarse que había dado positivo dejó de atender a los clientes.
Entre los dos estilistas con COVID-19, cortaron el pelo a 139 clientes desde que empezaron a sentir los primeros síntomas de la COVID-19 hasta la confirmación del contagio. Pero lo hicieron cumpliendo de forma estricta las ordenanzas de la ciudad de Springfield y la política sanitaria de su salón. Ambas recomiendan el uso de mascarillas (quirúrgicas, del tipo N95 o incluso textiles) tanto para los empleados como para los clientes.
Siguiendo los protocolos, el Departamento de Salud contactó con los 139 clientes que habían estado potencialmente expuestos al contagio. Y se les pidió que guardaran cuarentena.
Tras los 15 días de cuarentena, ninguno manifestó síntomas de haber contraído la enfermedad. Se ofreció la prueba PCR a todos ellos. Casi la mitad, 67 personas, se la hicieron, todas con resultado negativo.
Un mes después del contacto inicial, el mismo departamento volvió a preguntarles: entre los 104 que respondieron tampoco había indicios de contagio.
Todos acudieron con la nariz y la boca tapadas, en su mayoría con mascarillas de tela o quirúrgicas. En cuanto a las trabajadoras, la ‘estillista A’ atendió a los clientes protegida con una mascarilla de tela y la ‘estilista B’ alternó esa misma cobertura con una mascarilla quirúrgica.
INVESTIGACIONES
Los funcionarios de salud del condado calificaron los resultados como alentadores y dijeron que están investigando el caso de los estilistas con COVID-19 para obtener información sobre cómo detener la propagación y ayudar con los esfuerzos en futuras investigaciones.
“Esta es una noticia emocionante sobre el valor de usar mascarillas para prevenir el COVID-19″, dijo Clay Goddard, director de Salud del condado.
“Estamos estudiando más de cerca los detalles de estas exposiciones, incluido qué tipos de cubiertas faciales se usaron y qué otras precauciones se tomaron para lograr este resultado alentador”.
Los estudios han encontrado que el distanciamiento físico y el uso de una mascarilla son las dos mejores formas de prevenir la transmisión del nuevo coronavirus.
El salón mantuvo registros impecables que hicieron posible el rastreo de contactos, dijo Goddard. Pero advirtió sobre los riesgos abrumadores en tales incidentes.
“No podemos tener muchos más de estos (casos)”, dijo en una conferencia de prensa. “No podemos hacer de esto un hábito regular o nuestras capacidades como comunidad serán tensas”.