España mostró un ligero retroceso en el número de muertes diarias por el coronavirus, con 812 nuevos fallecimientos entre domingo y lunes frente al récord de 838 registrado en el balance previo, según el último reporte del Ministerio de Sanidad.
Segundo país con más fallecimientos por la COVID-19 después de Italia, España alcanzó la cifra de 7.340 muertos.
Más significativo aún, la progresión de fallecimientos confirmó su desaceleración al ubicarse en las últimas 24 horas en 12,4% contra el 27% que había registrado el miércoles.
El número global de infectados diagnosticados llegó a 85.195, un aumento del 8%, lo que también implica una notable baja en términos porcentuales desde el miércoles (cuando los casos crecieron en un 20%), según el balance del ministerio.
El Ministerio español de Sanidad prohibió este lunes los velatorios y cultos religiosos fúnebres, además de restringir a un máximo de tres familiares la comitiva en entierros o cremaciones, con el objetivo de limitar los contagios por coronavirus.
El Gobierno español ya anunció la pasada semana que, debido a las elevadas tasas de fallecimientos por la pandemia, habilitaría dos grandes recintos en la periferia de Madrid, la región más afectada, para que sirvieran como morgues.
La medida anunciada hoy prevé que, en el caso de que el fallecido sea un infectado por Covid-19, no se realizarán actos fúnebres privados en domicilios particulares.
Las empresas funerarias, por su parte, tampoco podrán podrán realizar prácticas habituales para el acondicionamiento de los cadáveres ni intervenciones por motivos religiosos que impliquen actividades invasivas hasta la finalización del estado de alarma, que empezó el 15 de marzo.
Así mismo, la participación en comitivas para el enterramiento o despedida para cremación de la persona fallecida se restringe a un máximo de tres familiares o allegados, además del ministro de culto oficiante de la ceremonia. En cualquier caso se deberá respetar la distancia de uno o dos metros entre los asistentes.
El pasado 7 de marzo, en el inicio de la pandemia en España, un funeral celebrado en la ciudad de Vitoria (norte) se convirtió en uno de los mayores focos de propagación del coronavirus en el país, con más de 60 asistentes a esa ceremonia infectados.
Desde entonces las medidas respecto a los funerales se han ido endureciendo.
Con información de EFE y AFP