España está de luto oficial durante diez días desde este miércoles por las víctimas de la COVID-19. Se trata del período de duelo nacional más largo durante la democracia en ese país.
Mientras tanto, las cifras de contagiados y víctimas mortales por el coronavirus sigue en retroceso y continúa el desconfinamiento gradual de la población.
El luto pretende mostrar «todo nuestro dolor» y rendir «reconocimiento a quienes han fallecido; su recuerdo permanecerá siempre con nosotros», señaló en un mensaje en redes sociales el presidente del Gobierno, el socialista Pedro Sánchez.
La bandera de España ondea desde hoy ininterrumpidamente a media asta. Edificios públicos, buques de la Armada y representaciones y misiones oficiales españolas en el extranjero se unen a este luto. En el interior de los inmuebles la bandera tendrá prendido un crespón negro.
Con motivo del primer día de duelo, el Gobierno convocó un minuto de silencio al mediodía de hoy (10.00 GMT) en memoria de las víctimas mortales. Son 27.117 fallecidos hasta ahora, según los datos oficiales publicados por el Ministerio de Sanidad de España.
Pese al luto hay polémica en bandos políticos
Mientras el Ejecutivo invitó a la población e instituciones públicas y privadas a unirse a esta muestra de dolor, la polémica se instala a nivel político.
El luto en España es cuestionado por partidos de la oposición, quienes pidieron a Sánchez que lo decretara a las pocas semanas de comenzado el estado de alarma.
El pedido lo hicieron el pasado 14 de marzo pasado, con la epidemia y sus víctimas en ascenso imparable en aquellos momentos.
Sin embargo, el gobernante dijo que se esperaría a que toda España se encontrara al menos en la fase 1 del plan de transición gradual para recuperar la normalidad socioeconómica a medida que remitiera la enfermedad.
Una vez que España supere el estado de alarma, que continuará al menos hasta el 7 de junio, está previsto que el rey presida un acto oficial en memoria de los fallecidos. EFE