Eslovaquia y Hungría no apoyarán las sanciones de Europa contra Rusia

Eslovaquia y Hungría manifestaron el martes que no respaldarán las sanciones contra el sector energético ruso que prepara la Unión Europea por la guerra en Ucrania, argumentando que dependen demasiado de esos suministros y que no tienen alternativas inmediatas.

Los comisionados de la UE están debatiendo nuevas propuestas de sanciones, que podrían incluir un embargo gradual contra el petróleo ruso. Es probable que los 27 países miembros comiencen a analizarlas el miércoles, pero podrían pasar varios días antes de que las medidas entren en vigor. No está claro si el petróleo estaría entre ellas o si Eslovaquia y Hungría recibirían exenciones.

Dependencia del crudo ruso

El ministro de Economía eslovaco, Richard Sulik, alegó que la única refinería del país, Slovnaft, no puede cambiar inmediatamente del crudo ruso a otro tipo de petróleo. Cambiar la tecnología llevaría varios años, aseguró Sulik a los periodistas. “Entonces, insistiremos en la exención, seguro”, agregó.

Eslovaquia depende casi por completo del petróleo ruso, que recibe a través del oleoducto Druzhba, de la era soviética. Hungría también depende en gran medida, aunque otros importantes importadores de hidrocarburos, como Alemania, dijeron que podrían hacer frente si la UE prohibiera el petróleo ruso.

El ministro de Relaciones Exteriores húngaro, Peter Szijjarto, dijo que el país no votará a favor de ninguna sanción “que imposibilite el transporte de gas natural o petróleo de Rusia a Hungría”.

Hungría no pagará el precio de la guerra

“El punto es simple: el suministro de energía de Hungría no puede estar en peligro, porque nadie puede esperar que permitamos que los húngaros paguen el precio de la guerra (en Ucrania)”, dijo Szijjarto el martes en Kazajistán. “En la actualidad es físicamente imposible que Hungría y su economía funcionen sin el petróleo ruso”.

A pesar del desacuerdo entre miembros de la UE sobre las nuevas sanciones energéticas, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, prometió “quebrar la maquinaria de guerra rusa”, alejando a los países del continente del suministro de gas natural ruso.

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El bloque está compitiendo para asegurar suministros alternativos a los hidrocarburos rusos, dando prioridad a las importaciones globales de gas natural licuado de países que incluyen a productores importantes, como Argelia, Qatar y Estados Unidos.

Eso incluye instalaciones de GNL que se están construyendo en el norte de Grecia, que Michel y los líderes de cuatro países balcánicos recorrieron el martes.